Hoy en día, la cosmética asiática destaca por sus productos de belleza, entre los que hay cabida para las mascarillas faciales, las cremas, delineadores y las pestañas postizas. Corea del Sur suele conocerse por este tipo de productos, pero pocos saben que su país hermano, Corea del Norte, también destaca en las exportaciones del rubro. Por ello, no es de sorprender que en los últimos años, Pyongyang, la capital de Corea del Norte, venga apostando por la cosmética como uno de sus sectores económicos en alza.
El K-Beauty ha sido el centro de la atención en cosmética últimamente, no sólo por su carácter innovador, pues los productos coreanos constantemente están buscando nuevas fórmulas para mejorar tanto la calidad de sus productos como su adaptabilidad al público. Sino también por marcar el paso de varios emprendimientos y empresas en Occidente.
En esta línea, las marcas de belleza coreanas se están volviendo cada vez más populares en el mercado internacional. Su crecimiento sustancial en las exportaciones puede atribuirse al boca a boca positivo en plataformas de redes sociales como Tik Tok, donde los productos son elogiados por ofrecer una alta calidad a precios asequibles. De hecho, algunas marcas asiáticas incluso dominan los primeros puestos de ventas en Amazon, en relación ha ellas destacan las de pestañas postizas, particularmente las probenientes de Corea del Norte.
¿Qué son las pestañas postizas?
Las extensiones de pestañas son usadas para mejorar la longitud, curvatura, cantidad y grosor de pestañas naturales. Actualmente, se componen de pelos individuales que son adheridos a las pestañas existentes con un adhesivo de grado médico. Estas extensiones de pestañas vienen en una amplia variedad de estilos, colores y materiales.
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Los materiales de su fabricación incluyen cabello humano, seda sintética, poliéster y piel de visón siberiano. Estas son livianas, cómodas y muy superiores a los métodos más antiguos que se han visto anteriormente. En este sentido, la idea de alargar las pestañas como una forma de realzar la belleza no es nueva y vale la pena ver como ha avanzado el producto.
La historia de las pestañas postizas
Muchos libros y publicaciones de moda de finales del siglo XIX aconsejaban métodos para alargar las pestañas. Por ese entonces, había quienes recomendaban, por ejemplo, cortar las puntas de estas para estimular el crecimiento. Otros métodos de tratamiento incluían el uso de cremas y el lavado de las pestañas con una mezcla de hojas de nuez y agua. Pero quizás el más controversial de los procedimientos de aquel entonces se generó en 1882 en París, cuando hubo quienes comenzaron a coserse cabello en los párpados para crear pestañas postizas.
En el siglo XXI se empezaron a utilizar métodos de extensiones de pestañas más avanzados, que son los que usamos hoy en día. A diferencia de las pestañas artificiales del pasado, las extensiones de pestañas modernas son mucho más refinadas. Estos métodos, se dice, se comenzaron a desarrollar en Japón y Corea a principios de la década de 2000, logrando un uso generalizado en 2004.
Corea del Norte busca ser líder en cosmética
Si bien Corea del Norte ha sido durante mucho tiempo un importante exportador de productos para el cabello, como pelucas y pestañas postizas, que permiten a la gente evitar la molestia del rímel, las exportaciones del país cayeron durante la pandemia de COVID-19. Cuando Corea del Norte cerró sus fronteras de golpe.
El año pasado, en 2023, se reanudó el comercio de pestañas fabricadas en Corea del Norte a través de China, según ratifican los documentos aduaneros del país. De hecho, los datos de las aduanas chinas mostraron que las exportaciones de Corea del Norte al país se duplicaron en 2023, cuando se reabrieron las fronteras. Esto convierte a China en el destino de casi todas las exportaciones declaradas de Corea del Norte.
Pero, ¿por qué China?
El procesamiento y embalaje de las pestañas postizas de Corea del Norte, realizado abiertamente en la vecina China, el mayor socio comercial del país, le da al régimen de Kim Jong Un una manera de eludir las sanciones internacionales, proporcionando una fuente vital de divisas.
Millones de dólares en ventas de pestañas postizas de Corea del Norte, comercializadas en tiendas de belleza de todo el mundo como "hechas en China", ayudaron a impulsar una recuperación en las exportaciones del hermético estado el año pasado. El valor de las exportaciones norcoreanas de productos relacionados con la belleza alcanzó los 156 mil millones de pesos chilenos en 2023, más de 13 veces de lo que se recuadó año anterior, según datos recogidos por la agencia surcoreana Yonhap.
Esto se debe a que los productos de belleza norcoreanos no están sujetos a las sanciones de la ONU, mientras que sí lo están el carbón y otros recursos naturales. Por esto, Corea del Norte estaría haciendo uso de los mismos para lograr remesas con las que financiar sus planes nucleares y la maltrecha economía del país, según detalla la agencia Reuters.
"Tenemos que asumir que los millones de dólares que Corea del Norte gana cada mes a través de este comercio de pestañas se están utilizando para el régimen de Kim Jong Un", dijo Shin Tong-chan, abogado especializado en sanciones con sede en Seúl. Una opinión que fue corroborada por otros dos expertos en comercio internacional, aunque ninguno proporcionó pruebas específicas, según explicó Reuters.
El Departamento de Estado de Estados Unidos y expertos internacionales estiman que Corea del Norte se apodera de hasta el 90% de los ingresos extranjeros generados por sus ciudadanos, muchos de los cuales viven en la pobreza.
La industria de las pestañas postizas
Las personas involucradas en la industria dijeron que Pingdu, una ciudad del este de China que se autoproclama la "capital mundial de las pestañas", es un nodo clave en la cadena de suministro de Corea del Norte. Muchas empresas con sede en Pingdu, como Monsheery, empaquetan pestañas postizas producidas principalmente por norcoreanos, dijo Wang Tingting a Reuters, líder de la familia que es propietaria de la empresa y que exporta productos a Estados Unidos, Brasil y Rusia.
Wang señaló que los productos norcoreanos habían ayudado a construir Monsheery a partir de un pequeño taller familiar. La empresa fue fundada en 2015, según muestran los registros corporativos, y generan "una calidad de producto mucho mejor que los artículos de origen chino", según señala la misma Wang. La propietaria de la empresa, por otra parte, apuntó no tener ningún conocimiento sobre el problema relacionado a las sanciones con el uso de pestañas postizas norcoreanas a Reuters.
A pesar de la calidad de las pestañas, la mano de obra norcoreana está mal remunerada. Los salarios norcoreanos pueden ser una décima parte de los salarios chinos. Ejemplo de ello lo da otro fabricante chino, PD Lush, empresa que paga a los trabajadores de su fábrica, ubicada en la ciudad fronteriza Rason, en Corea del Norte, un salario mensual promedio de 300 yuanes, un poco más de 40 mil pesos chilenos.
