Como todos los años desde 1998, este 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, efeméride nacida en Austria durante el Primer Encuentro Internacional sobre Eficiencia Energética cuyo fin es generar conciencia sobre la importancia de reducir el consumo energético y buscar formas de hacerlo más eficiente y sostenible.
¿Qué se entiende por eficiencia energética?
Cuando hablamos de eficiencia energética, probablemente pensamos en que hay que comprometer nuestra calidad de vida en pos del ahorro, pero la realidad no es esa. La definición más concreta de eficiencia energética es la capacidad de utilizar menos energía para realizar la misma tarea o producir el mismo resultado. Por ejemplo, os hogares y edificios energéticamente eficientes utilizan menos energía para calentar, enfriar y hacer funcionar electrodomésticos y productos electrónicos, y las instalaciones de fabricación energéticamente eficientes utilizan menos energía para producir bienes.
El concepto de eficiencia energética se entiende a partir de diferentes ángulos, siendo el principal de ellos la creación de políticas públicas que permitan frenar la crisis climática y avanzar hacia prácticas sociales más sostenibles, además de potenciar el desarrollo de energías renovables.
La idea de operar bajo criterios de eficiencia energética apunta a obtener los mismos bienes y servicios derivados del mercado eléctrico pero utilizando menos recursos. ¿Cómo se avanza en ese camino? A través de la optimización del consumo eléctrico en los procesos productivos, potenciando la generación desde fuentes energéticas más limpias, y evitando el gasto innecesario de electricidad.
Para la mayoría de nuestras acciones en la vida cotidiana utilizamos energía en diferentes formas, más electricidad se utiliza tanto para iluminación como para calefacción y encendido de electrodomésticos y motores, entre otras cosas.
Eficiencia energética en nuestros hogares
Si no sabes por dónde empezar, acá te damos algunos tips realmente fáciles que te permitirán llevar la eficiencia energética a tu día a día, prácticamente sin esfuerzo.
- Apagar las luces al salir de una habitación
Una costumbre fundamental a desarrollar y fomentar es siempre apagar las luces al salir de una habitación, ya que esta es probablemente la forma más simple que tenemos de generar un ahorro no solo al planeta, sino que también en tu cuenta de la luz.
- Prefiere luces LED
Las luces LED ya no son una extrañeza, sino que cada día son más quienes las integran en sus sistemas domésticos. Este tipo de luces no sólo tienen un aspecto elegante y a un precio conveniente, sino que también son mucho más eficientes que las ampolletas normales (¡además de ayudarte a ahorrar en la cuenta de la luz!).
- Preferir electrodomésticos eficientes
Cuando toque renovar electrodomésticos, lo ideal es reemplazarlos con modelos más eficientes ya que esto puede reducir el consumo de electricidad doméstico a la mitad. Además, realizar periódicamente las mantenciones a su funcionamiento hará que tengan menos carga en su consumo de electricidad.
- Desenchufa los dispositivos
Trata de desenchufar los aparatos que no estés usando, sobre todo celulares, computadores y tablets y sus respectivos cargadores. No es necesario tenerlos permanentemente conectados a la electricidad y si tomas la costumbre de solo enchufarlos cuando los uses, puedes ayudar a bajar tu cuenta de la luz y darle un alivio al planeta.
- Lavado a baja temperatura
No toda la ropa necesita lavarse con agua caliente, y la gran mayoría queda perfectamente limpia. Si la ropa que estás lavando no está extremadamente sucia, prefiere el agua a una temperatura más fresca y si además puedes lavar con carga completa, doble check al estar ahorrando mucha agua y electricidad.