Mientras algunas regiones del mundo sufren fríos extremos, el planeta en su conjunto sigue batiendo récords de temperatura. Dos estudios publicados en Nature Climate Change alertan que la Tierra está cerca de superar el umbral de 1,5° Celsius, lo que podría desencadenar impactos irreversibles en el medioambiente y la vida humana.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- El cuarto lago más grande del mundo desapareció: un desierto tóxico amenaza la vida en Asia Central
- Redescubren el Solanum sanfurgoi: un tomate nativo no visto en 130 años
- Grietas en la capa de hielo de Groenlandia se expanden rápidamente por el cambio climático
El Acuerdo de París en riesgo
El Acuerdo de París, firmado en 2015, se propuso mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C, con la aspiración de no superar los 1,5°C. Sin embargo, 2023 fue el primer año en registrar una temperatura promedio anual superior a 1,5°C, una señal alarmante que podría repetirse si esta tendencia se mantiene.
Un estudio liderado por Alex Cannon, de Environment and Climate Change Canada, estima que hay entre un 60% y un 80% de probabilidades de que este umbral ya se haya cruzado. A su vez, Emanuele Bevacqua, del Centro Helmholtz de Alemania, advierte que 2024 podría marcar el inicio de un período prolongado, de al menos 20 años, con temperaturas superiores a 1,5°C.
Un llamado urgente a la acción
Aunque algunos científicos, como James Hansen destacado físico y climatólogo estadounidense, consideran que la meta de 1,5°C ya es inalcanzable, otros expertos insisten en que aún es posible minimizar los daños si se implementan medidas climáticas drásticas e inmediatas.
En este misma línea el investigador Richard Allen, de la Universidad de Reading, recalca a CNN que "debemos reforzar nuestros esfuerzos para impedir que el calentamiento global alcance el peligroso umbral de 2°C".
Centrarse únicamente en el umbral de 1,5°C podría ser insuficiente, ya que expertos advierten sobre el riesgo de alcanzar los 3°C, cuyos efectos serían devastadores e irreversibles. La reducción acelerada de emisiones de CO2 y la transición a energías limpias siguen siendo claves para frenar el cambio climático y garantizar un futuro sostenible para el planeta.