En el avance hacia una movilidad más sustentable, en los últimos años ha adquirido especial importancia la micromovilidad, que se refiere al transporte en vehículos pequeños, que pueden ser o no eléctricos, adaptados al uso de una sola persona y utilizados principalmente en entornos urbanos.
En la actualidad no existe una definición exacta para este tipo de transporte, que si bien muchas veces se ciñe a dispositivos que funcionan con un motor eléctrico, también incluye bicicletas y otros vehículos análogos como skates o scooters sin motor. Como norma general, se incluye en este grupo a los vehículos que están adaptados para su uso en ciclovías cuya velocidad no supera los 15 km/h, pero los avances y las nuevas alternativas que van surgiendo hacen de esta una definición que es importante actualizar y revisar periódicamente.
Pero, ¿por qué es importante la micromovilidad en una ciudad?
Sobre todo, por factores medioambientales. Cuando los traslados realizados en vehículos de micromovilidad reemplazan los viajes en auto, pueden transformarse en una forma sustentable de moverse. La implementación ideal de este tipo de transporte viene de una adecuada planificación urbana, donde exista la infraestructura y capacidad para desarrollar sistemas de transporte integrados.
La capacidad de crear espacios adaptados para el uso de vehículos livianos, principalmente estacionamientos y un transporte público que permita trasladarlos de un lado a otro de la ciudad son factores que pueden impactar positivamente el desarrollo de este tipo de movilidad, así como también el desarrollo de una legislación que regule adecuadamente su circulación en la ciudad, haciendo este tipo de transporte seguro tanto para peatones como sus propios conductores.
¿Cómo nos beneficiamos de la micromovilidad?
En cuanto a su efecto en las personas, la posibilidad de hacer más eficiente el transporte en tramos pequeños puede reducir tanto el gasto como el tiempo dedicado a traslados, además de un importante ahorro en temas de mantenimiento de vehículo. Por otra parte, potenciar estos sistemas es un desafío de las ciudades hoy en día, equipando su infraestructura con sistemas de carga para estos vehículos permitirá, a futuro, que las personas tengan cada vez más opciones de moverse de forma eficiente, segura y sustentable, con los respectivos beneficios para su bolsillo y el medioambiente.