La meningitis es una enfermedad grave que consiste en la inflamación de las membranas que circundan el cerebro y la médula espinal, como consecuencia de una infección bacteriana o viral que invade el líquido cefalorraquídeo.
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Según el Ministerio de Salud, la meningitis requiere un tratamiento rápido por la velocidad de su evolución y la posibilidad de secuelas o, incluso, de muerte. En cuanto a los síntomas, muchas veces son similares y requieren diferentes grados de recuperación.
La mayoría de los casos de meningitis son por transmisión entre personas mientras que los traumatismos, el cáncer y los medicamentos causan un pequeño número de casos. En este sentido, el tipo más frecuente de meningitis peligrosa es de causa bacteriana y puede tener un desenlace fatal en menos de 24 horas.
Respecto a los grupos vulnerables, la meningitis puede afectar a personas de cualquier grupo etario.
De acuerdo a lo que indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay cuatro bacterias principales reconocidas como causantes de la meningitis:
- Neisseria meningitidis (meningococo)
- Streptococcus pneumoniae (neumococo)
- Haemophilus influenzae
- Streptococcus agalactiae (estreptococo del grupo B)
Grupos de riesgo de meningitis
Los niños pequeños son los que más riesgo tienen de sufrir un contagio de meningitis. Los recién nacidos corren más riesgo de infección por el estreptococo del grupo B y los niños pequeños por meningococos, neumococos y Haemophilus influenzae.
Los adolescentes y los adultos jóvenes tienen más riesgo de contraer infecciones por meningococos, mientras que las personas de edad corren un riesgo más elevado de contraer infecciones por neumococos.
El riesgo es mayor cuando las personas están en estrecha proximidad, por ejemplo, en actos multitudinarios, campamentos de refugiados, hogares hacinados o centros estudiantiles, militares o laborales.
También pueden aumentar el riesgo de padecer distintos tipos de meningitis las inmunodeficiencias, como las causadas por la infección por el VIH o las deficiencias del complemento, la inmunodepresión, el consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco.
Transmisión de la meningitis
Sobre las vías de transmisión, estas varían según el organismo. El meningococo, el neumococo y Haemophilus influenzae, son portadas por los seres humanos en la nariz y la garganta.
Se propagan de una persona a otra a través de gotículas respiratorias o secreciones de la garganta. El estreptococo del grupo B suele estar en el intestino o la vagina de los seres humanos y contagiarse de la madre al niño en el momento del parto.
El estado de portador de estos organismos no suele causar síntomas y ayuda a desarrollar inmunidad contra la infección, pero a veces las bacterias invaden el cuerpo, causando meningitis y septicemia.
Síntomas de la meningitis
Los síntomas más habituales de la meningitis son rigidez de nuca, fiebre, confusión o alteración del estado mental, cefaleas, náuseas y vómitos. Por otra parte, los menos frecuentes son convulsiones, coma y deficiencias neurológicas como pérdida de audición o visión, deterioro cognitivo o debilidad de las extremidades.
Las bacterias causantes de meningitis pueden provocar otros síntomas si infectan la sangre del torrente circulatorio, que pueden desembocar rápidamente en septicemia:
- Frío en manos y pies
- Dolor muscular y articular
- Respiración más rápida de lo habitual
- Diarrea
- Erupciones de la piel de color rojo o púrpura oscuro
A veces, los lactantes presentan síntomas distintos de los adultos:
- Descenso de la actividad y dificultades para despertarse
- Irritabilidad y dificultad para calmarse
- Alimentación deficiente
- Rigidez o laxitud corporal
- Un punto blando abultado en la parte superior de la cabeza (fontanela)
Prevención de la meningitis
Las vacunas ofrecen la mejor protección contra los tipos comunes de meningitis bacteriana. Las vacunas pueden prevenir la meningitis causada por:
- meningococos
- neumococos
- Haemophilus influenzae de tipo B
Las meningitis bacterianas y víricas pueden contagiarse de una persona a otra. Si vive usted con alguien que tiene cualquiera de estos dos tipos de meningitis, se le recomienda:
- Hablar con su médico o enfermero sobre la toma de antibióticos (si la causa es bacteriana)
- Lavarse las manos con frecuencia, sobre todo antes de comer
- Evitar el contacto íntimo y no compartir vasos, utensilios o cepillos de dientes.