El uso de celulares y dispositivos digitales en colegios ha generado opiniones divididas entre especialistas. Mientras algunos destacan sus beneficios para dinamizar las clases, otros advierten sobre su impacto negativo en la salud mental y el desempeño académico de los estudiantes.
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Este debate se ha intensificado debido a la reciente restricción de estos dispositivos en colegios municipales de Las Condes. Además, se discute un proyecto de ley que busca regular su uso, el cual fue aprobado recientemente por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados y Diputadas.
Pros y contras del uso de celulares en el aula
Susana Campos, psicóloga del Centro de Psicología Aplicada (CEPA) de la Universidad de Talca, afirma que la utilización de celulares es un arma de doble filo. Por un lado, permite que los estudiantes accedan rápidamente a recursos educativos, pero también actúan como importantes distractores, afectando su formación y motivación académica.
Campos añade que el uso excesivo de teléfonos inteligentes puede convertirse en un problema de salud mental. “La exposición a estos aparatos por más de 3 a 5 horas al día, junto con una preocupación constante por usarlos, se ha relacionado con un aumento en síntomas depresivos, ansiosos, y problemas de concentración y sueño”, explica.
No obstante, prohibir completamente el acceso a los celulares podría perjudicar la alfabetización digital de los jóvenes. “Ellos necesitan entender los riesgos y oportunidades que conlleva la tecnología”, apunta Campos, quien se inclina por la regulación en lugar de la prohibición total.
Celulares como herramienta educativa
Felipe Besoain, director de Tecnologías de la Educación de la Universidad de Talca e investigador del Núcleo Milenio para la Ciencia del Aprendizaje (MiNSoL), coincide en que los dispositivos móviles pueden ser herramientas útiles para hacer las clases más dinámicas.
“Con los teléfonos inteligentes podemos hacer que los alumnos interactúen con encuestas en tiempo real o utilizar la realidad aumentada para contextualizar conceptos dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje”, señala.
Besoain destaca la importancia de la autorregulación en el uso de estos dispositivos y la supervisión por parte de los adultos, especialmente en estudiantes de enseñanza básica y media.
Regulación vs. Prohibición total
En cuanto al proyecto de ley, Besoain considera relevante discutir cómo regular el uso de teléfonos en el aula, ya que las interrupciones pueden afectar el nivel de atención. Sin embargo, también reconoce el papel crucial que estos dispositivos juegan en nuestra sociedad.
Campos, por su parte, sugiere que la nueva ley debe establecer claramente los lineamientos sobre el uso de la tecnología en el aula, permitiendo el acceso a celulares exclusivamente para actividades pedagógicas que enriquezcan el proceso educativo.