La invención de la imprenta en el siglo XVI facilitó el acceso a la lectura y la masificación de los libros, con ellos el conocimiento también se globalizó, pero a costa de otros efectos. Por ese entonces, muchos eruditos se alarmaron con esta nueva tecnología, por lo que algunos, como Conrad Gessner, naturalista y bibliógrafo suizo; invitaron efusivamente a reyes y políticos a tomar medidas para controlar la lectura.
Años después la historia pareció repetirse, pero con otros inventos. Durante el siglo XIX, por ejemplo, se temía que la escolarización privaría a los cerebros infantiles de creatividad. Así también, a principios del siglo XX, se creyó también que la radio distraería a los niños de, la que en su momento fue problemática, lectura. Además, en 1985, Neil Postman, quien fue director del Departamento de Cultura y Comunicación de la Universidad de Nueva York, acusaba a la televisión de empujar a la sociedad a la estupidez colectiva.
¿Cuánto tiempo pasan los niños y niñas detrás de las pantallas?
Lo cierto es que, para bien o mal, estas herramientas ya se han asentado en nuestro día a día y nos ofrecen un sin fin de oportunidades que nos han permitido avanzar como sociedad. Entre ellas, también ha llegado la digitalización y un uso más frecuente de pantallas, pues los aparatos electrónicos están al alcance de todos. Por ello, no es de extrañar que los menores de edad estén numerosas horas frente a dispositivos eléctricos, los cuales producen nuevos resquemores frente a los daños a la salud, como enfermedades cardiovasculares o de desarrollo emocional y social; y el sedentarismo.
De acuerdo a un estudio de Qustodio, los niños pasan aproximadamente cuatro horas al día conectados a dispositivos electrónicos luego del colegio. Al año, esto se traduce en mil 460 horas en plataformas digitales, lo que equivale a 60 días del año calendario. Es decir, un sexto de nuestras infancias se vive detrás de una pantalla. No es de extrañar entonces que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende a los menores pasar menos tiempo frente a estos artefactos.
Lo que dicen los expertos según el uso de pantallas en infantes
“Es necesario saber que las pantallas emiten una luminosidad alta. Si el infante hace uso de ellas en la noche, puede alterar la conciliación del sueño. Hasta las 19:00 horas es prudente. Aunque no hay una evidencia científica unánime, los menores no deben usar celular hasta la adolescencia”, explicó la doctora Cecilia Algarín, neuróloga infantil de la plataforma digital Saluta.
Bajo la misma línea, José Luis Rencoret, entrenador y CEO de USPLAT indicó que el uso excesivo de dichos aparatos fomenta el sedentarismo entre los niños. Las acciones con dispositivos electrónicos suelen ser pasivas y disminuyen el tiempo que los menores dedican a jugar y participar en deportes, que son cruciales para su desarrollo físico y social.
“El sedentarismo puede ser muy peligroso para los infantes, ya que aumenta el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares y trastornos del sueño. Asimismo, incide negativamente en su desarrollo emocional y social. El deporte y la actividad física regular son claves para prevenir estos riesgos”, afirmó el entrenador.
Recomendaciones de expertos
Al mismo tiempo, según The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism los menores que no hacen ejercicio, tienen mayores probabilidades de contar con colesterol alto al comenzar su etapa adulta. A su vez, esto podría elevar la posibilidad de sufrir ictus o infartos.
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De acuerdo a Rencoret el deporte es una herramienta poderosa para combatir el sedentarismo. Esto, ya que fomenta la actividad física regular, ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales y de trabajo en equipo. También, mejora su salud física y mental. En ese sentido, comentó que en USPLAT apoyan estas iniciativas facilitando la organización de actividades deportivas que atraen a los jóvenes y los alejan de los dispositivos electrónicos.
“Para ayudar a los menores de edad a evitar las pantallas y fomentar el deporte, recomiendo establecer límites en el uso de dispositivos electrónicos e involucrarlos en la elección de ejercicios y disciplinas que les interesen. También, dar el ejemplo participando en actividades físicas como familia. Además, es útil ocupar plataformas para encontrar oportunidades donde los niños puedan participar en distintos eventos de este tipo”, aseguró José Luis Rencoret.
El CEO finalizó indicando que los padres deberían fomentar más el deporte en lugar del uso de las pantallas, debido a que este no solo mejora la salud física, sino que también ofrece valiosas lecciones de vida, como el trabajo en equipo, la resiliencia y el liderazgo.