Año a año, surgen nuevos dispositivos electrónicos que nos facilitan la vida y la hacen más entretenida, pero al mismo tiempo, millones de aparatos son desechados ya sea porque se rompen, porque dejan de funcionar o porque simple (e irónicamente) “los alcanzó la tecnología”. Muchos de nosotros, ya sea por romanticismo, nostalgia o desconocimiento no sabemos bien qué hacer con este tipo de desechos y los dejamos acumulando polvo en algún closet, o aun peor, los botamos a la basura y terminan en lugares donde se pueden convertir en una seria amenaza para el medioambiente y la salud humana, al no ser reciclados correctamente.
Dentro de esta categoría, los más comunes son los computadores (estacionarios o portátiles), teléfonos móviles y electrodomésticos, y cuando estos llegan a los basurales, podrían liberar hasta 1000 sustancias químicas que podrían causar severos daños a la salud humana, algunos de ellos neurotóxicos como el plomo.
De acuerdo con cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud,, los desechos eléctricos y electrónicos son los residuos sólidos que más aumentan en el mundo, con un incremento tres veces superior al de la población mundial, y según la Organización de las Naciones Unidas, para el año 2023 su crecimiento fue cinco veces más rápido que su reciclaje. Debido a estas cifras, va creciendo la preocupación a nivel global sobre el correcto deshecho de estos aparatos, pero hay buenas noticias: en muchos casos estos artículos pueden reciclarse y reutilizarse para darles una nueva vida o aprovechar elementos valiosos que contienen en sus componentes.
¿Qué podemos hacer para gestionar nuestra chatarra electrónica?
Si te sientes identificado en la categoría de aumulador digital, y todavía tienes guardado tu primer celular de almeja, la invitación es clara: dale una vuelta a qué puedes hacer con estos aparatos y quizás hasta puedas darle una nueva vida o colaborar con otros que sí pueden hacerlo.
¿No sabes cómo hacerlo? Acá te dejamos cuatro tips que te pueden ayudar a tomar acción sobre tus desechos electrónicos:
- ¿Realmente necesitas el último celular?
Antes de cambiar tu teléfono por el último modelo disponible, piénsalo bien. Quizás una actualización o una mantención puede ayudarte a eficientizar su rendimiento y modernizarlo. Muchas veces cambiar la batería (si tu equipo lo permite) o liberar espacio de la memoria puede colaborar a que pospongas, al menos por un tiempo, la renovación de tu equipo.
- ¿Puede ser reutilizado? ¡Dónalo!
Si el dispositivo todavía está en buen estado de funcionamiento o solo requiere reparaciones menores, piensa en regalarlo a alguien que pueda darle un buen uso. Para esto, existen organizaciones benéficas que los reciben y que pueden repararlo para darle una nueva vida con otro dueño.
- Busca si el fabricante tiene algún programa de reciclaje
Muchas veces, los mismos fabricantes tienen programas de reciclaje que permiten devolver aparatos electrónicos viejos y sus materiales, ya sea para obtener un descuento en la renovación o desecharlos de forma responsable.
- Llévalos a un lugar dedicado al reciclaje de desechos electrónicos.
Si realmente no hay forma de reutilizar o devolver el aparato, busca una organización confiable que lo recicle. Hoy existen muchos lugares que aceptan aparatos electrónicos viejos; y si estás en Santiago puedes acudir a Kyklos (Román Díaz 117, Piso 3, Providencia) o al Centro Inclusivo de Reciclaje (Av. Lo Espejo 860, Bodegas 17 y 18, Maipú).
Si no eres de Santiago y te motivas a ser parte del cambio, también tienes una alternativa: durante 2024, Entel estará realizando una nueva versión de su campaña Reutiliza x Chile, que este año recorrerá 106 ciudades de nuestro país recolectando aparatos electrónicos en desuso, colaborando con la economía circular y con el objetivo de reunir 30 toneladas de equipos en desuso. Para saber cuándo pasa por tu ciudad, puedes revisar el itinerario aquí.