El 26 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación Ambiental, fecha en donde se busca concientizar a las personas sobre los problemas ambientales y relevar la importancia de promover una relación armoniosa entre el medioambiente y las actividades humanas a través del desarrollo sostenible, con el fin de asegurar la sostenibilidad y calidad de vida de las generaciones actuales y las que vendrán.
La educación ambiental se entiende como un proceso dinámico y participativo, cuyo objetivo es desarrollar una población consciente y preocupada por el medioambiente y sus desafíos. En este sentido, la educación ambiental promueve un mayor conocimiento sobre estas temáticas que permita potenciar las habilidades, actitudes, motivaciones y compromiso para trabajar individual y colectivamente hacia soluciones a los problemas actuales y prevenir los que podrían venir a futuro.
¿Cuándo nace el Día Internacional de la Educación Ambiental?
Si bien la primera vez que la educación ambiental obtuvo reconocimiento fue en 1972, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, no fue hasta 1975 donde se estableció el 26 de enero como la fecha de celebración del Día Internacional de la Educación Ambiental. En esa ocasión se estableció la llamada Carta de Belgrado, en el marco del Seminario Internacional de Educación Ambiental, que contó con la participación de expertos de más de 70 países. Fue ahí donde se establecieron los que serían los principios de la educación ambiental, proponiendo los siguientes objetivos:
“Formar una población mundial consciente y preocupada con el medio ambiente y con los problemas asociados, y que tenga conocimiento, aptitud, actitud, motivación y compromiso para trabajar individual y colectivamente en la búsqueda de soluciones para los problemas existentes y para prevenir nuevos”.
¿Cuáles son las claves de la educación ambiental?
Aunque podríamos pensar que la educación ambiental está enfocada en las nuevas generaciones, habitualmente sucede que son los más jóvenes los más conscientes sobre el cuidado de nuestro ecosistema. Por eso, es importante que todos seamos parte de este proceso de aprendizaje para poder integrar nuevas y mejores formas de relacionarnos con nuestro entorno de manera saludable y respetuosa con el medioambiente.
Algunas de las claves de este cambio de mentalidad apuntan a potenciar y educar en los siguientes aspectos:
- Conciencia y comprensión hacia el medio ambiente, sus retos y desafíos.
- Preocupación por el medio ambiente y motivación para mejorar o mantener la salud de nuestro ecosistema.
- Entregar habilidades para identificar y ayudar a resolver desafíos ambientales.
- Participación en actividades que conduzcan a la resolución de desafíos ambientales.
Es importante señalar que la educación ambiental no defiende un solo punto de vista o curso de acción particular, sino que más bien busca enseñar a las personas cómo entender los diversos aspectos de un problema a través del pensamiento crítico, y mejorar sus propias habilidades para resolverlos y tomar decisiones.
