En un evento marcado por la participación de estudiantes, vecinos y autoridades locales, el Sindicato de Pescadores de La Polcura, en colaboración con Fundación Capital Azul, inauguró el Refugio Marino de La Polcura, una zona de protección de 15 hectáreas ubicada en La Ballena, en la región de Valparaíso.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- "Invernaderos temporales": las olas de calor extremo que desafían la ciencia
- Se creó oficialmente el Monumento Natural Tres Cruces: un ecosistema único bajo protección
- Cuatro nuevos humedales urbanos en Chile: una victoria para la conservación
Este Refugio Marino, parte del programa de conservación de Fundación Capital Azul, busca proteger la biodiversidad marina y fomentar la participación comunitaria en la restauración de ecosistemas marinos.
Conservación a través de la colaboración
Desde su inicio en 2019, el proyecto involucró a pescadores artesanales, estudiantes de la Escuela Básica de Pichicuy y diversas instituciones. Durante la inauguración, los asistentes participaron en actividades educativas que incluyeron muestras de fauna marina, como estrellas júpiter, lapas y erizos, y reflexionaron sobre los impactos de la contaminación.
"El Refugio Marino no solo busca restaurar ecosistemas, sino también entregar beneficios productivos y ambientales para toda la comunidad", destacó Rodrigo Sánchez Grez, director ejecutivo de Fundación Capital Azul.
Una red de apoyo para la pesca sostenible
El Refugio Marino de La Polcura es parte de un programa que abarca otras cuatro caletas de pescadores artesanales en Chile, apoyado por organizaciones como BHP Foundation, TNC Chile y el Instituto Milenio SECOS.
Alejandra Garcés, directora del Programa Chile de BHP Foundation, resaltó: "Es una gran alegría ver cómo se suman nuevas zonas voluntarias de protección, reflejando el compromiso de las comunidades locales con los recursos marino-costeros".
Hacia un modelo de conservación replicable
Esta iniciativa se convierte en un modelo a seguir, al ser el primer refugio inaugurado bajo el marco de la nueva Ley Bentónica. Según María Soledad Tapia, directora nacional de Sernapesca, el Refugio Marino de La Polcura demuestra cómo la protección de flora y fauna puede integrarse con buenas prácticas en la pesca artesanal.
La jornada cerró con la entrega de fotografías en gran formato al sindicato de pescadores, como un reconocimiento a su compromiso con la conservación.
"Este es un momento crucial para los Refugios Marinos, pues se abren nuevos desafíos para implementarlos de manera efectiva y mejorar el bienestar de las comunidades costeras", concluyó Sánchez Grez.
Conservación y comunidad: un futuro sostenible
La inauguración del Refugio Marino de La Polcura es un ejemplo de cómo la colaboración entre comunidades locales, científicos y autoridades puede impulsar la conservación de los recursos marinos. Este modelo no solo protege la biodiversidad, sino que también fortalece las economías locales a través de prácticas sostenibles.