Esta semana, Chile marcó un hito en la protección de su patrimonio natural al declarar la protección de cuatro nuevos humedales urbanos (HU) en las regiones de Atacama, Coquimbo, Maule y Biobío. Estos ecosistemas, fundamentales para la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, se suman al creciente esfuerzo del país por cuidar su riqueza natural.
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Los nuevos humedales protegidos:
Cajón del Río Claro y Estero Piduco (Maule)
Con 328,41 hectáreas, este humedal ribereño en Talca actúa como una barrera natural contra inundaciones. Alberga especies como el pato jergón (Anas georgica), el siete colores (Tachuris rubrigastra), y anfibios en peligro como la rana chilena (Calyptocephalella gayi). Su protección fortalecerá su capacidad para mitigar eventos climáticos extremos.
Lagunas Recamo y Redacamo (Biobío)
En Talcahuano, estas lagunas costeras de 8,36 hectáreas son el hogar de más de 40 especies de aves, como el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), y peces como el pejerrey chileno (Basilichthys microlepidotus). Ahora, este ecosistema único estará protegido para garantizar su rol como refugio de especies residentes y migratorias.
Parque Kaukari (Atacama)
Este oasis urbano de 2,4 hectáreas en Copiapó es el primer humedal en un parque del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Destaca por su flora endémica, como el cacho de cabra (Skytanthus acutus), y fauna como el lagarto de Manuel (Liolaemus manueli), clasificado en peligro.
Pichidangui – Los Vilos (Coquimbo)
Este humedal marino-costero de 5,14 hectáreas es hogar de la iguana chilena (Callopistes maculatus) y el degú (Octodon degus). Su protección asegura la continuidad de servicios ecosistémicos que benefician a las comunidades locales.
Humedales urbanos: un escudo contra el cambio climático
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó el rol crucial de los humedales urbanos en la mitigación del cambio climático:
"Actúan como esponjas naturales, almacenando agua durante lluvias intensas y previniendo inundaciones. También capturan carbono, contribuyen a mitigar el calentamiento global y mejoran la calidad del aire y el agua".
Además, estas áreas protegidas fomentarán campañas de educación ambiental, incluyendo talleres con comunidades locales y programas de turismo sostenible, promoviendo una mayor conciencia sobre la importancia de conservar estos espacios.
Un esfuerzo colaborativo
La protección de estos humedales fue posible gracias a un trabajo conjunto entre el Ministerio del Medio Ambiente, científicos y comunidades locales. Este avance reafirma el compromiso de Chile con la conservación, el desarrollo sostenible y la lucha contra la triple crisis ambiental: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.