La Reserva de la Biósfera Torres del Paine, designada por la UNESCO en 1978 y conocida mundialmente como la "Octava Maravilla del Mundo", es un emblema de biodiversidad y turismo sostenible en Chile. Sin embargo, enfrenta desafíos críticos debido al aumento del turismo, la expansión agrícola, especies exóticas invasoras y el cambio climático.
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En respuesta a estas amenazas, The Nature Conservancy (TNC) y Explora, en colaboración con CONAF, la Municipalidad de Torres del Paine y otros actores del sector público, privado y académico, han lanzado un Plan de Conservación para garantizar la preservación de este valioso ecosistema y establecer un modelo replicable de turismo regenerativo.
Un plan para el futuro
El Plan de Conservación se centra en seis áreas estratégicas:
- Ganadería regenerativa: Promueve prácticas que restauran el suelo y minimizan el impacto ambiental.
- Prevención y manejo de incendios: Busca mitigar el riesgo y la severidad de los incendios forestales.
- Control de especies exóticas: Trabaja en la erradicación de flora y fauna invasoras que amenazan los ecosistemas locales.
- Adaptación al cambio climático: Implementa estrategias para hacer frente a la sequía y otras consecuencias del calentamiento global.
- Turismo sostenible: Diseña experiencias que protegen la biodiversidad mientras benefician a las comunidades locales.
- Gobernanza: Desarrolla una estructura colaborativa para gestionar los recursos de la Reserva.
“Necesitamos colaborar de manera radical con múltiples actores para enfrentar la crisis de biodiversidad y cambio climático. Este plan refleja ese compromiso y es un modelo de acción conjunta para conservar la Patagonia y su cultura”, explicó Juan José Donoso, director ejecutivo de TNC en Chile.
Resultados concretos y un ejemplo a seguir
El proyecto, que comenzó su desarrollo en 2022, es fruto de un proceso participativo con ganaderos, comunidades locales, académicos y entidades gubernamentales. Además de proteger ecosistemas como bosques de lenga y humedales, el plan busca salvaguardar especies emblemáticas como el puma y el huemul.
Maximiliano Ibáñez, presidente de Explora, destacó: “Hace 30 años entendimos que explorar y conservar deben ir de la mano. Este esfuerzo reafirma nuestro compromiso con la protección de territorios únicos como Torres del Paine”.
Compromiso global y local
El plan no solo responde a las necesidades del territorio, sino que también se alinea con los principios del programa Hombre y la Biósfera (MAB) de la UNESCO. Ricardo Quilaqueo, coordinador nacional de Reservas de la Biósfera de CONAF, subrayó:
“Estamos en un buen pie para cumplir con los preceptos internacionales y conservar una reserva de interés mundial”.
Más que una reserva: un legado para las generaciones futuras
El Plan de Conservación para Torres del Paine busca inspirar a otras comunidades a implementar proyectos similares, demostrando que las alianzas entre sectores pueden generar soluciones reales y sostenibles.