Lo hacen cuando nos ven llegar, al jugar con ellos, al ofrecerles alimento o al salir de paseo. Pero ¿por qué los perros mueven sus colas? Científicos del Instituto Max Planck de Psicolingüística en los Países Bajos y la Universidad de Roma analizaron investigaciones previas que estudiaron el movimiento de las colas de los caninos y descubrieron que los perros lo hacen mucho más que otras especies con las que están estrechamente relacionados, como los lobos, pero ¿cuál es la razón?
¿Por qué los perros mueven sus colas?
La verdad es que, al igual que otros mamíferos, los perros mueven la cola para ayudar a espantar bichos, como las moscas, y para mantener su eje de equilibrio.
Así también, hay otros motivos comprobados de este movimiento, "hay papers e investigaciones que señalan que los perros mueven sus colas para transmitir una variedad de emociones: felicidad, nerviosismo, miedo, ansiedad, emoción, etc", señala Camila Madariaga, Licenciada en Ciencias Veterinarias en la Universidad de Chile.
A pesar de lo anterior, este animal doméstico destaca en sus movimientos de cola, pues, según los investigadores escriben, el movimiento de cola en perros puede verse con más frecuencia que en otros animales.
¿Por qué los perros mueven más sus colas que otros animales?
Si bien los científicos encargados del estudio se encuentran buscando una respuesta más completa, las razones podrían estar en la evolución de carácter doméstico de estos animales. Los expertos del Instituto Max Planck creen que un motivo podría ser que a los dueños humanos les gusta tanto el ritmo del movimiento de la cola, que han criado razas de perros que lo hacen más que otros.
"Los humanos tienen preferencia por las razas que muestran mansedumbre o amistad hacia los humanos", detalla la investigación.
El apodo de "el mejor amigo del hombre" no viene de la nada. En este sentido, hay evidencia arqueológica que demuestra que los perros fueron los primeros animales que los humanos tuvieron como mascotas, esto hace más de 30 mil años, originalmente mantenidos como lobos que fueron domesticados y vivieron entre las personas como mascotas de trabajo en los primeros asentamientos. Todos los perros modernos son descendientes de lobos y, a lo largo de la historia, civilizaciones como los antiguos egipcios y los pueblos del Imperio Romano han tenido perros como mascotas.
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En este sentido, el estudio destacó una investigación realizada con 40 zorros en 1999 que encontró que cuando 40 generaciones de esta especie fueron criadas como perros domesticados, meneaban más la cola. Además, estos animales terminaron comportándose de manera muy parecida a los perros, lo que validaría el argumento. Aun así, quedan dudas sobre esta explicación.
"El movimiento de la cola del perro es un comportamiento llamativo, pero científicamente esquivo. Su singularidad, complejidad y ubicuidad tienen el potencial de asociarse con múltiples funciones, pero sus mecanismos y ontogenia aún no se comprenden bien. Estas lagunas de conocimiento nos impiden comprender plenamente la historia evolutiva del comportamiento moderno del movimiento de la cola y el papel que desempeñaron los humanos en el proceso", dice el estudio realizado por el Instituto Max Planck, liderado por Silvia Leonetti de la Universitá di Torino.
¿Por qué nos atraen los animales que mueven las colas?
En cuanto a la razón por la que los propietarios reaccionan positivamente al movimiento de la cola, los científicos explican que los humanos son buenos captando ritmos y a menudo los disfrutan, porque activan partes del cerebro relacionadas con el placer.
"El comportamiento de mover la cola puede haber sido un objetivo del proceso de domesticación, en el que los humanos seleccionaban conscientemente perros que movían la cola con más frecuencia y potencialmente de forma más rítmica", se lee en el estudio.
Por otro lado, los expertos que escribieron el artículo de investigación han pedido a la comunidad científica que se investigue más sobre el movimiento de la cola de los perros. Esto para determinar si el movimiento proviene de instintos o si es un comportamiento aprendido y si cambia a medida que el perro envejece.
"Una investigación más sistemática y exhaustiva del movimiento de la cola no sólo mapeará mejor este icónico comportamiento canino, sino que también proporcionará evidencia indirecta sobre la evolución de los rasgos humanos, como la percepción y producción de estímulos rítmicos", concluye el estudio.