Un estudio revolucionario presentado en la última Sociedad Estadounidense de Física sugiere que la expansión acelerada del universo —una de las grandes certezas cosmológicas— podría estar desacelerando. La evidencia, recogida por el proyecto DESI (Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura), abre la puerta a una posible nueva física.
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Gracias a su segundo paquete de datos, el DR2, el proyecto DESI ha revelado pistas que apuntan a un comportamiento cambiante de la energía oscura, el misterioso componente que representa el 70% del universo y que impulsa su expansión.
¿Qué es DESI y qué encontró?
Instalado en el Observatorio Nacional de Kitt Peak (Arizona), DESI busca cartografiar el universo a gran escala creando un mapa tridimensional de 50 millones de galaxias. A través de su segunda entrega de datos, que abarca tres años de observación de más de 15 millones de galaxias y cuásares, los científicos descubrieron que la expansión del universo sigue ocurriendo, pero a menor velocidad que antes.
Este fenómeno sugiere que la llamada constante de Hubble podría no ser tan constante. "Estamos abiertos a nueva física", aseguró el doctor Axel de la Macorra, del Instituto de Física de la UNAM según WIRED. La doctora Mariana Vargas Magaña, también miembro del proyecto, explicó que su trabajo no es probar una teoría, sino restringir el espacio de posibilidades para encontrar nuevos modelos que expliquen el comportamiento de la energía oscura.
La huella de las BAO y nuevas tensiones en el modelo
DESI basa su análisis en las oscilaciones acústicas de bariones (BAO), huellas cósmicas que permiten medir cómo las galaxias se alejan unas de otras. Estas marcas funcionan como reglas de medición cósmicas para evaluar la tasa de expansión del universo.
Aunque los datos no contradicen el modelo cosmológico estándar (Lambda-CDM), sí introducen tensiones crecientes con la idea de que la energía oscura es constante. La aceleración de la expansión fue mayor hace unos 7.000 millones de años, pero ha comenzado a disminuir desde hace 2.500 millones de años, según el equipo de DESI.
¿Un nuevo modelo del universo?
Las mediciones aún no alcanzan la certeza estadística necesaria para confirmar un descubrimiento (5 sigmas), pero los análisis van entre 2.8 y 4.2 sigmas, una señal prometedora.
Algunos científicos creen que otros campos de energía aún desconocidos podrían estar influyendo. Otros apuntan a que esta “pérdida de energía” podría marcar una nueva etapa en el comportamiento del universo. "Probablemente estamos frente a una oportunidad única de extender nuestro modelo físico", comentó el doctor Alejandro Avilés, del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM según WIRED.
¿Qué significa esto para la cosmología?
El modelo Lambda-CDM sostiene que el universo está compuesto por un 70% de energía oscura, 25% de materia oscura y 5% de materia ordinaria. Si la energía oscura no es constante, como sugieren los nuevos datos, se requeriría una reformulación profunda del modelo cosmológico.
DESI sigue siendo una de las herramientas más importantes para estudiar la expansión cósmica. Aún le quedan dos años más de observación para completar su mapa con 50 millones de galaxias. Por ahora, la comunidad científica celebra que la frontera del conocimiento esté avanzando de forma colaborativa, pero con cautela: el universo aún guarda muchos secretos.