¿Por qué importan los telescopios astronómicos en Chile? ¿Cómo se forman las estrellas? ¿Qué es una galaxia? Estas fueron algunas de las preguntas que la astrónoma Teresa Paneque respondió mientras mientras guiaba al público en un fascinante recorrido por el universo durante su charla "Del Norte de Chile hacia las estrellas: un recorrido por el cosmos" realizada en el Festival de Puerto de Ideas Antofagasta 2025. Una instancia que, además, puso en valor al norte de Chile como uno de los mejores lugares del mundo para observar el cielo.
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Durante su primera charla en este festival, la astrónoma chilena Teresa Paneque nos llevó en un viaje desde los más de 300 mil kilómetros que nos separan de la Luna hasta los confines del universo observable. Explicó que, para comprender mejor el cosmos, es necesario especializarse en distintas áreas de la astronomía, ya que es imposible abarcarlo todo: algunos se enfocan en exoplanetas, otros en galaxias, en la evolución estelar o en el sistema solar, al que ella describe como “nuestro patio trasero”.
Chile: capital mundial de la astronomía
Gracias a sus cielos despejados, baja humedad y estrictas políticas de control lumínico, Chile se ha consolidado como una potencia astronómica global, albergando una de las mayores concentraciones de observatorios del mundo. Entre ellos destaca el Observatorio ALMA, una red de 64 antenas ubicada en el desierto de Atacama. Este centro de observación, fruto de la colaboración entre países como Japón, Estados Unidos, Canadá y el consorcio europeo ESO, permite estudiar el universo con un nivel de detalle sin precedentes.
Paneque trabaja con datos obtenidos en ALMA para investigar la formación de planetas y subraya la relevancia de tener este tipo de proyectos en Chile: “Tener proyectos así en Chile nos permite hacer tratados internacionales y hacer amigos importantes”, afirma.
Ver lo invisible: del espectro electromagnético a nuevas galaxias
La astrónoma explica que, para estudiar el universo, no basta con lo que captan nuestros ojos. Se requiere observar distintos tipos de luz del espectro electromagnético: radio, microondas, infrarrojo, visible, ultravioleta, rayos X y rayos gamma, cada uno de los cuales revela una cara distinta del cosmos.
En este campo, los telescopios chilenos juegan un rol crucial. El futuro Extremely Large Telescope (ELT), que tendrá un tamaño comparable a la Sagrada Familia de Barcelona, permitirá detectar moléculas en atmósferas de exoplanetas, buscando pistas de vida más allá de la Tierra.
El legado y futuro de la astronomía chilena
Figuras como María Teresa Ruiz, Mario Hamuy y José Maza han sido clave en posicionar a la astronomía chilena a nivel internacional. A ese legado se suman nuevas voces como Guido Garay, Mónica Rubio, Laura Pérez y Paola Pinilla, quienes continúan desarrollando investigaciones de primer nivel.
Para Paneque, no es descabellado pensar que desde Chile podría surgir el próximo Premio Nobel de Física o Química. “Estamos en un momento único en nuestra existencia como humanos”, concluye la astrónoma.