El ministro de Cultura de Italia, Gennaro Sangiuliano, presentó este viernes su "dimisión irrevocable" tras días de polémica por el caso de una influencer con la que mantuvo una relación afectiva extramarital. Esto provocó un verdadero escándalo político en el país europeo que salpicó de manera inevitable al gobierno de la primera ministra, Giorgia Meloni.
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Según informó prensa local, el jefe de Estado italiano, el presidente Sergio Mattarella, aceptó la dimisión de Sangiuliano y recibió durante esta misma jornada en una reunión a Meloni, que propuso como reemplazo para la cartera de Cultura a Alessandro Giuli, conocido en Italia por su carrera periodística y como personaje televisivo.
Meloni había rechazado su renuncia
Sangiuliano además se encontraba en el ojo del huracán debido a su intención de nombrar como asesora a su amante, Maria Rosaria Boccia, pese a que ella misma ha declarado que sí alcanzó a desempeñar ese tipo de tareas.
Cuando estalló el escándalo y dio la mencionada entrevista, el ahora exministro reveló que había presentado su renuncia, sin embargo, Meloni la rechazó en aquella oportunidad. Durante la larga conversación, aseguró que no había gastado "nunca dinero público", que todos los gastos de los que habla la influencer los había pagado "de su bolsillo" y que no era "chantajeable".
Quién es Maria Rosaria Boccia: la mujer de la polémica
Boccia, de 42 años, alegó que fue nombrada asesora para grandes eventos, mientras el ministro, de 62, reconoce que pensó en hacerlo, aunque finalmente lo descartó por un "conflicto de intereses".
La mujer se desempeña como empresaria del sector de la moda, una pasión que, según declaró, ha desarrollado desde niña. En ese marco, la mujer se desempeñó entre los años 2002 y 2006 como propietaria de la tienda de ropa 'Boccia Intimo e Mare', y después, entre 2009 y 2013, siguió al frente de otro negocio (’Boccia Fashion Donna’), mientras que de 2012 a 2020 dirigió 'Maria Rosaria Boccia Couture'.
También destaca en su trayectoria un rol como asesora de moda para el Concierto de Navidad del Vaticano y para la orquesta del Festival de Sanremo, entre otros cargos.
Desde la oposición, el progresista Partido Demócrata (PD) señaló que el escándalo de Sangiuliano "en vísperas de la cumbre de Cultura del G7" puso "en entredicho" la credibilidad internacional del país.