Siguen los ecos y repercusiones luego que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) anunciara "la revocación de la autorización de existencia de la sociedad anónima especial denominada SARTOR ADMINISTRADORA GENERAL DE FONDOS S.A.” debido a “deficiencias relevantes detectadas en su gestión”.
Este jueves, mediante una respuesta entregada a la CMF, Michael Clark explicó el método bajo el cual se hizo del control de las acciones de Azul Azul, concesionaria a cargo de Universidad de Chile. "El Fondo de Inversión Privado Tactical Sport es un fondo de inversión privado que, por definición, es un patrimonio independiente, integrado por aportes de personas naturales y/o jurídicas, que se invierte en activos con el objetivo de generar rendimientos para sus partícipes, pero que no posee personalidad jurídica propia y en consecuencia no puede ser identificado como una “persona” capaz de adquirir derechos y contraer obligaciones por sí mismo, ni de detentar control de una sociedad", indicó.
"Con fecha 13 de diciembre de 2024, Inversiones Antumalal Limitada adquirió 6.354.981 cuotas, de la serie única, del Fondo de Inversión Privado Tactical Sport, a un valor de USF 0,90 cada cuota, correspondiente al 90% de las cuotas, serie única, de dicho fondo", sostuvo el escrito.
Mencionado lo anterior, Michael Clark pagó 5.719.483 dólares, correspondientes a $5.586.028.299.
Eso sí, en la respuesta dada por Clark no está la aplicación del origen de los dineros, pese a que no tiene la obligación de informarlo debido al estatus que posee el Fondo de Inversión Privado Tactical Sports.
Ciper intentó contactarse con el mandamás de Azul Azul, quien remitió todo a prensa de la concesionaria. "En la operación se fijó un precio, se pagó y se finiquitó. No hay deudas. En conversación con La Segunda, Héctor Humeres, miembro del directorio de Azul Azul, dijo que le preguntó a Clark si él puso el dinero, y respondió que sí", concluyó.