Impactantes imágenes que han dado la vuelta al mundo muestran a familias de China quemando en la calle los cuerpos de quienes serían sus seres queridos tras el colapso en crematorios ante la nueva alza de muertes a causa del COVID-19.
Según reportó Bloomberg, también funerarias y hospitales chinos están abrumados con los decesos luego de que las autoridades retiraran la política "cero COVID".
Fotos y videos que se han viralizado en Twitter muestran presuntas cremaciones improvisadas en plena calle.
El medio citado indicó además que una de las funerarias sólo permite que las familias pasen hasta 10 minutos para despedir a sus familiares fallecidos, puesto que en aquel sitio están manejando cinco veces más cadáveres al día.
#CHINA: The #COVID outbreak is reportedly forcing people to burn the bodies of their families members on the streets as a result of emergency services and crematoriums' inability to accommodate the mass numbers of deceased. Heartbreaking. pic.twitter.com/Q5TYcG5VJG
— Igor Sushko (@igorsushko) January 3, 2023
Una vecina de Shangai dijo en un chat grupal, cuyas capturas fueron difundidas por Bloomberg, que “la línea directa de servicios funerarios me dijo que todos los espacios de cremación están llenos hasta después del año nuevo. Dado que la ley nacional no permite que los pacientes que mueren de enfermedades infecciosas se almacenen en casa. Encontraré un terreno vacío en nuestro vecindario para incinerar a mi padre".
Otros registros también muestran largas columnas de personas en las afueras de las funerarias, esperando poder reservar citas en el crematorio.
Fin de "cero COVID"
La rápida propagación del virus por el país tras retirar la política de "cero COVID" ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de los datos oficiales de contagios y muertes, que han registrado apenas un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones se ha contagiado.
A partir de este 8 de enero, el COVID dejará de ser una enfermedad de categoría A en China, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas, para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de "cero COVID", desmantelada por las autoridades después de que se produjesen protestas.