Con el fin de generar conciencia sobre los temas que afectan a la sociedad tras la irrupción de las nuevas tecnologías y su impacto sobre nuestro mundo, Congreso Futuro dio inicio al ciclo de seminarios “Encuentros Congreso Futuro”. Este espacio de reflexión, gratuito y abierto a la ciudadanía, comenzó con una notable Charla Magistral de Emilio Puccio, Secretario General del Intergrupo sobre los Derechos del Niño del Parlamento Europeo.
Construyendo entornos seguros para la infancia en el espacio virtual
Hoy, a las 9:30 de la mañana y en las facilidades del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), partió el primero de los seminarios que buscar abordar los desafíos que presentan los espacios digitales en la niñez. El evento fue presentado por Daniel Silva y tuvo su puntapié de la mano de Guido Girardi, Vicepresidente ejecutivo de Fundación Encuentros del Futuro y uno de los impulsores de Congreso Futuro, quien destacó la importancia de "tener ciertos principios básicos para enfrentar la era digital".
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Tras las palabras del exsenador Girardi, Aisén Etcheverry, Ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile; realizó una exposición en donde destacó la primera Política Nacional de Inteligencia Artificial (IA) del país, que fue publicada en 2021. A la par con lo anterior, profundizó en los significativos avances en torno a la IA de Chile: la creación del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), la implementación del Proyecto Algoritmos Éticos, entre otras medidas. Además, la Ministra abordó el Plan de Acción de y la Política Nacional de IA, mencionando que tendrán actualizaciones en brevedad y que buscarán establecer con más claridad ciertos criterios básicos en torno a la IA.
Emilio Puccio
Aun así, quien más destacó fue Emilio Puccio. Abogado e italiano, Puccio gestiona el primer organismo formal del Parlamento Europeo con responsabilidad explícita sobre los derechos del niño. En su charla partió señalando que uno de cada tres usuarios web es menor de edad, lo que quiere decir que un tercio de los datos procesados en redes sociales son de personas menores a los 18 años. Considerando que las redes sociales son el principal medio de información y conocimientos en la actualidad, esta situación se vuelve alarmante.
¿Por qué alarmante se preguntará usted? Pues porque las redes sociales no son entornos digitales del todo seguros, "el mundo del internet no fue concebido con los niños y niñas en la mente de sus creadores". Los menores en el mundo digital están considerados como consumidores, al igual que los adultos, y sus datos personales se toman sin consentimiento, algo que no ocurre en el mundo analógico.
"Los parques de juegos tienen barreras para que los niños no se caigan y no se hagan daño, los menores de edad no pueden comprar alcohol o tabaco, no se puede manejar un auto antes de cierta edad. En el mundo digital necesitamos que los menores tengan una atención particular y reglas específicas, necesitamos que el acceso que tienen a ciertos espacios estén restringidos. No podemos aceptar que los niños tengan acceso a todo tipo de contenido, esto no significa relegarlos, sino que significa que hay que crear espacios en donde los niños puedan ejercer sus derechos fundamentales de la misma manera que se hace en la vida real", señaló en su charla Puccio.
Desinformación y delincuencia en espacios digitales
Sin lugar a dudas el internet se ha convertido en un paraíso para aquellos que, de mala fe, buscan aprovecharse de quienes no tienen las herramientas necesarias para protegerse. El modelo de redes se enfoca en las interacciones, los likes, las reproducciones, todo a través del empleo compulsivo de algoritmos. Por ello, los derechos de los menores necesitan ser tratados bajo un enfoque especial, pues tienen más chances de ser vulnerados.
Así es como Puccio pone de ejemplo los esfuerzos legislativos realizados por la Unión Europea en dos puntos centrales. Primero, responsabilizar a las empresas y obligarlas a poner medidas de seguridad para todos los productos o servicios que ofrecen. Segundo, pedir a las empresas resultados a través de ciertos principios éticos fundamentales. Debido a esto, pasa a ser responsabilidad de la plataforma proteger el usuario.
"Allá las empresas están obligadas a evaluar los riesgos de sus sistemas productivos, están obligadas a evaluar cualquier elemento posiblemente dañino para los consumidores, como pueden ser las redes sociales, campañas de marketing, etc. Se pone a los individuos, a los consumidores, como la prioridad", explica Puccio.
Así mismo, se les exige a las empresas tener herramientas que respondan al marco legislativo impuesto en Europa, como: la inclusión de herramientas de control parental, la verificación de edad en redes y aplicaciones web, información para encontrar ayuda de forma rápida y segura en caso de ciberacoso... Las sugerencias están a un dedo de distancia para afrontar los retos de esta nueva era digital.
No hay diferencia entre el mundo analógico y el mundo online
¿No es esto abusivo de cara a las responsabilidades empresariales? La respuesta para Puccio es un claro no, pues en el mundo analógico son las empresas las que se responsabilizan por sus servicios, y este mundo, a pesar de llevar un segundo nombre distinto, no es distinto al digital. "No hay diferencias entre el mundo analógico y el mundo online".
"El derecho a la privacidad y la protección de los derechos personales son derechos fundamentales tanto en el mundo digital, como en el real. Las heridas que deja un abuso o acoso en el mundo digital, duelen también en la vida real. Tenemos que entender que ambas realidades forman parte de una misma, no existe una línea mágica que divide el mundo online con el analógico", dice Emilio Puccio.
Por ello, y según el experto, es nuestra responsabilidad legislar y exigir el correcto uso de estas herramientas por parte de las empresas. Los desafíos del mundo digital son múltiples y no pueden ser abordados de una sola legislación, es necesario impulsar estos cambios con un enfoque multidisciplinario, desde diferentes aristas y espacios.
