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Sostenibilidad

3 de julio: Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas

Cada 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas para concienciar sobre su impacto ambiental y promover alternativas sostenibles.

Bolsas de plástico. Chile, 2024.

Vicente Barraza

- TVN

Miércoles 3 de julio de 2024

Fabricarlas toma solo 1 minuto, tienen una vida útil de entre 15 a 30 minutos y tardan aproximadamente 400 años en degradarse. Hablamos de las bolsas plásticas, un elemento que representa una grave amenaza para el medio ambiente. De hecho, cada año se utilizan alrededor de 500 mil millones de bolsas plásticas en el mundo

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Concientización sobre las bolsas pláticas en el Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas

A nivel global, se han desplegado esfuerzos para limitar su uso, pero la realidad es que anualmente se siguen utilizando alrededor de 500 mil millones de ellas, lo cual repercute directamente en el entorno y la salud humana. Tomar conciencia sobre este escenario y reducir su consumo es justamente el objetivo del Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas que se conmemora cada 3 de julio. Es fundamental considerar que, siguiendo el patrón actual, para 2050 habría 12 mil millones de toneladas de basura plástica.

“Si analizamos la producción de las bolsas de plástico (y la comparamos con la contaminación que generan los barriles de petróleo), se utilizan alrededor de 12 millones de barriles de petróleo solo en Estados Unidos y, a nivel mundial, unos 60 millones de barriles de petróleo por año. Esta producción mundial utiliza el equivalente al combustible necesario para alimentar a 5 millones de automóviles durante un año, lo que provoca que el impacto medio de carbono de una bolsa de plástico sea de 158 kg CO2 equivalente,” advierte Jorge Leiva, jefe de carrera de Ingeniería Civil en Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Universidad Bernardo O´Higgins.

Daño a las especies marinas y microplásticos

Debido al largo tiempo que demora una bolsa plástica en descomponerse, terminan contaminando el medio ambiente y dañando la vida silvestre. En este sentido, las bolsas plásticas son un problema de gran magnitud para la vida marina, ya que diversas especies suelen confundirlas con alimento.

“Un ejemplo es lo que ocurre con las tortugas marinas que las confunden con medusas y las ingieren, lo cual puede ser mortal. Se habla de que el 52% de las tortugas marinas ha ingerido desechos plásticos, los cuales pueden generar obstrucciones en el intestino provocando inanición,” comenta Leiva.

Ciertos compuestos químicos presentes en las bolsas plásticas son preocupantes ya que pueden tener impactos negativos tanto en el medio ambiente como en la salud humana, “especialmente si las bolsas se degradan y liberan estos químicos. En general, se han relacionado con afecciones como el cáncer, alteraciones hormonales y supresión del sistema inmunológico,” puntualiza el académico de la UBO.

Otro tema crítico es la fuga de microplásticos. Un estudio realizado por la Universidad de Portsmouth reveló que una comida preparada con ingredientes almacenados en plástico contenía alrededor de siete veces más microplásticos que una conservada en otro tipo de recipiente.

La situación en Chile

Chile ha sido una de las naciones precursoras en proponer soluciones. Nuestro país fue el primero en América Latina en prohibir la entrega de bolsas plásticas en el comercio. Gracias a esta ley, se estima que en los dos primeros años se dejó de consumir alrededor de 5 mil millones de bolsas plásticas. Además, han surgido diversos emprendimientos que desarrollan alternativas para prescindir de ellas en el día a día. Uno de ellos es "I Am Not Plastic," una startup que ofrece productos elaborados de materias primas 100% biodegradables y compostables.

“Si hablamos de cambiar el panorama actual, la innovación es crucial. Tenemos que buscar nuevas materialidades que permitan a las personas hacer un cambio sin afectar su estilo de vida y detener el uso indiscriminado de plástico. Nuestras bolsas herméticas de basura y para desechos de mascota apuntan a ello porque mantienen la comodidad del plástico, pero se biodegradan en 180 días y no en casi medio millón de años,” destacó Rodrigo Sandoval, fundador de la marca.

En cuanto a las proyecciones, Leiva considera que aún falta concientizar a la población respecto al impacto real de las bolsas plásticas sobre la salud de la población y el planeta.

“En la actualidad se ha logrado establecer el reciclaje como una alternativa importante para la disminución de la contaminación. Sin embargo, la primera prioridad debe ser reducir el consumo y esto aplica a las bolsas plásticas. Necesitamos un cambio cultural para evitar todos los problemas que estas causan,” concluyó.