Arqueólogos alemanes recuperaron un esqueleto humano con una mano de hierro en una tumba de Freising, un poblado ubicado al norte de Múnich en Alemania. Luego de estudiar el descubrimiento, una datación por radiocarbono del esqueleto evidenció que pertenecía a un hombre de entre 30 y 50 años que murió en algún momento entre 1450 y 1620.
Prótesis de mano hecha de hierro: un gran descubrimiento para la arqueología
Según la arqueóloga Amira Adaileh, quien trabaja para la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera (BLfD), este hallazgo es increíblemente importante para su ciencia. Lo anterior, considerando que hasta ahora en Europa Central sólo se han encontrado unas 50 prótesis de brazos o manos de la época del esqueleto.
"Es especial porque no encontramos con mucha frecuencia prótesis de manos. En particular aquellas que tienen alrededor de 500 años de antigüedad. En Europa Central actualmente sólo se conocen alrededor de 50 prótesis de brazos o manos de esta época y estas prótesis nos dan ideas muy interesantes sobre la historia médica antigua".
A pesar de que no está del todo clara la identidad del dueño de la prótesis, se sabe que usaba la prótesis en su mano izquierda a la que le faltaba parte de un dedo, se asume una posible amputación. Aún así para Mathias Pfeil, conservador general Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera (BLfD), hay más rasgos adjudicables al dueño de la prótesis.
"En aquel entonces, las prótesis eran un artículo de lujo. Por lo general, la mayoría de las personas que perdían extremidades en las guerras simplemente vivían sin ellas (...). Por supuesto, este aparato no es completamente funcional, pero sirvió para hacerle la vida más fácil a alguien, y hay que decirlo, con métodos de muy alta calidad para la época".
¿Cómo es la prótesis de mano?
A excepción del pulgar, la prótesis de mano es hueca y tiene cuatro réplicas de dedos moldeados individualmente, todos hechos de chapa metálica. Ninguno de ellos se mueven y están ligeramente curvados y paralelos entre sí. Además, en el interior de la prótesis se encontró una tela parecida a una venda, lo que sugiere que se utilizó para amortiguar el muñón. Un descubrimiento que motiva a seguir investigando según el conservador Pfeil.
"Por un lado, muestra el estado de la medicina en aquel momento, pues la producción de prótesis es compleja (...) Por otro, demuestra que aquí en Baviera todavía tenemos muchas historias indescubiertas que yacen en el suelo".
Es importante recordar que Freising fue escenario de varias batallas durante la Edad Media y la Guerra de los Treinta Años, que se produjo entre 1618 y 1648. Según los arqueólogos, en estos periodos probablemente aumentaron el número de amputaciones y, en consecuencia, de prótesis.
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