Llega el otoño y con él, el cambio en la luz y la temperatura. Algunos más contentos, otros más bien resignados, pero para todos empieza la temporada de abrigarse y prender la estufa para generar espacios acogedores y cálidos en nuestras casas.
Hoy existen muchísimas alternativas para calefaccionar nuestros espacios, pero hay que tener cuidado: a veces pasa que un uso excesivo a la calefacción puede convertirse en un problema que deriva en un sobreconsumo de energía y, en el peor de los casos, una mala sorpresa al recibir la cuenta de la luz o el gas.
¿Cómo evitamos este problema? Siendo eficientes en su uso.
Como siempre, tenemos que partir por lo básico: una enorme ayuda sería intentar aislar lo más posible nuestra casa, ya que la falta de aislación tiene como resultado que por las rendijas de ventanas o puertas se escape hasta un 30% del calor a causa de estas filtraciones involuntarias. Podemos sellar estas fugas utilizando bandas acolchadas adhesivas, topes para puertas o cortinas gruesas para bloquear estas fugas, lo que nos permitirá ayudar a mantener la mayor cantidad posible de calor dentro de tu hogar y reducir la cantidad de energía necesaria para mantenerlo a una temperatura agradable.
Si ya tienes resuelto el tema de la aislación, gran parte del trabajo está hecho. Una vez resuelto eso, te damos tres simples consejos para que puedas utilizar la calefacción de manera eficiente y ahorrar la mayor cantidad de energía posible durante la temporada de bajas temperaturas:
- Aprovecha al máximo la luz solar:
En esos pocos días cuando el sol aparece, aprovecha de abrir las cortinas (o incluso las ventanas, en días especialmente asoleados) para permitir que entre la luz y tempere naturalmente tu casa. Solo con este simple paso podrías reducir el uso de estufas y calefactores durante las horas del día y agregarle calidez a tu casa de forma completamente natural.
- Mantén un control adecuado de la temperatura:
Ajusta el termostato de tu calefacción a una temperatura que te resulte cómoda, pero no excesivamente calurosa. La recomendación general es mantener la temperatura dentro de nuestros espacios entre los 18°C y 20°C durante el día y si se puede, bajarla un poco en las noches cuando estén todos acostados. Si logras manejar esto y ser constante, podrías ahorrarte una suma significativa en calefacción, ya que cada grado menos es una menor cantidad de energía utilizada.
- Programa tu sistema de calefacción:
Si usas calefacción eléctrica, prefiere los aparatos que tengan termostato. También puedes invertir en enchufes con temporizador, los que te permitirán ahorrar energía al establecer rangos de hora en que las estufas se prendan y se apaguen, calzando con las horas en que te levantes en la mañana o antes de volver a tu casa en la noche, y manteniéndola apagada cuando no estés. Apagar los calefactores cuando no hay nadie en la casa es una medida muy útil para ahorrar energía, por lo que si tienes la posibilidad de hacerlo, ¡no lo dudes!
Consejos que a simple vista pueden parecer simples, pero que sin embargo te pueden ayudar a aliviar tanto el consumo energético como tu economía doméstica, generando además un respiro a nuestro ecosistema. Recuerda que cada pequeño cambio en tu comportamiento puede hacer la diferencia y contribuir a un consumo energético (¡y económico!) más eficiente y sostenible.