En el infinito y el más allá
A un millón 500 mil kilómetros de distancia, un trecho cuatro veces mayor al de la tierra con la luna, flotan 6 mil 200 kilos de la última tecnología espacial en 21 metros de largo y 14 de ancho. Se trata del telescopio espacial James Webb, quien ha sido el encargado de detectar la primera luz del universo, observar agujeros negros supermasivos, estudiar materia oscura y ahora de descubrir cerca de 40 “planetas” que tienen atónitos a los astrónomos.
El descubrimiento corresponde a astros apodados Objetos binarios de la masa de Júpiter, o JuMBO, los cuales no son lo suficientemente grandes para ser estrellas y, como no orbitan alrededor de una, no son técnicamente planetas. Respecto a ellos se sabe que sus temperaturas superficiales son de aproximadamente mil grados Celsius y que están compuestos en gran parte de gas, lo que significa que es poco probable que puedan sustentar vida.
Estas masas galácticas fueron detectadas dentro de la Nebulosa de Orión, la región de formación de estrellas más cercana a la Tierra (a mil 350 años luz de nuestro planeta), y tuvieron un gran impacto en el mundo de la ciencia. ¿La razón? Anteriormente, los científicos creían que las nebulosas, que dan origen a estrellas dentro de enormes nubes de gas y polvo, no eran capaces de generar espontáneamente entidades del tamaño de un planeta. Sin embargo, la nueva evidencia desafía esta noción.
Dos posibles teorías
Algunos astrónomos ya han propuesto posibles explicaciones para la existencia de los JuMBO. Si bien los detalles varían entre cada uno de los razonamientos planteados, una posibilidad es que estos objetos se formaron en regiones de la nebulosa donde la densidad de material no fue suficiente para dar lugar a la formación de estrellas completas.
La otra teoría sugiere que estos planetas podrían haberse originado alrededor de estrellas, pero luego fueron expulsados al espacio interestelar debido a interacciones y fuerzas desconocidas. Una mirada más plausible según Mark McCaughrean, asesor científico principal de la Agencia Espacial Europea (ESA) y líder de esta investigación.
Esto último a raíz de la física de los gases, que sugiere que la formación de objetos del tamaño de Júpiter de manera aislada es poco probable. Sin embargo, la pregunta de cómo estos pares de planetas fueron expulsados juntos aún desafía a los teóricos. Mientras se buscan respuestas, el JWST seguirá expandiendo conocimientos con su impresionante resolución y sensibilidad infrarroja.