Una empresa se dedicó a crear un alimento que parece y sabe a salmón, pero que en realidad no tiene nada de carne de pez.
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Salmón sin carne: ¿Cómo lo hicieron?
New School Foods logró desarrollar el característico sabor y textura del pescado a través de una "plataforma patentada de fibra muscular y andamiaje para hacer alternativas de carne cortada entera con los mismos colores, sabores, grasas, textura y sensación en la boca del pescado tradicional".
Según consignó Infobae, este proceso inicia con la creación de un gel de biopolímero homogéneo, el cuál se pone en contacto con una superficie de congelación. Una vez congelado el biopolímero, se retira el hielo dejando canales vacíos, los cuáles actúan como "andamio" para llenarse con proteínas y otros ingredientes para formar las fibras musculares características del salmón.
Desde la empresa aseguran que este filete de pescado cuenta con "un alto contenido de proteínas y coincide con el mismo nivel de Omega 3 que se encuentra en el salmón salvaje".
Salmón artificial: ¿cale la pena?
El periodista Rob Pegraro de Wired fue uno de los primeros en poder degustar distintas preparaciones realizadas en base al salmón sintético.
En su columna, el comunicador detalló que este en el ceviche, "presentaba bloques de color rosa parduzco con estrías como la grasa del salmón real, salvo que su color, su sabor y la sensación suave en la boca me hicieron pensar más en el atún enlatado de gama alta".
Por otro lado, al horno este dijo que "tenía ligero olor a hierbas y una capa superior que se desprendía fácilmente. Asimismo dijo que tenía un sabor muy similar al pescado natural "pero no exactamente igual", asegurando que estaba "exquisito" untado en la salsa de mantequilla que le llevaron.
Tras probar otros dos platos más, Pegraro dijo que "salí de la cena sintiéndome satisfecho y seguro de que volvería a disfrutar el producto de New School si me lo sirvieran, sobre todo si está preparado con tanta maestría. Pero, ¿lo pediría yo mismo en un restaurante o lo compraría en una tienda? Eso no lo tengo tan claro, porque me encanta el salmón de verdad, hasta el punto de llegar a ser exigente".