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Estudio alerta sobre químicos tóxicos en colchones para niños

Una investigación detectó compuestos peligrosos como ftalatos y retardantes de llama en colchones infantiles, alertando sobre riesgos para la salud.

24horas.cl

Madre haciendo la cama y un colchón

Martes 22 de abril de 2025

Un estudio científico recientemente publicado ha identificado niveles alarmantes de sustancias químicas tóxicas en el aire de dormitorios infantiles, las cuales provendrían principalmente de los colchones utilizados por los niños. La investigación, revisada por pares, se centró en dormitorios de menores de cuatro años, detectando la mayor concentración de contaminantes justo en el área circundante a las camas.

Los investigadores, según explicó The Guardian, analizaron el aire en habitaciones infantiles y realizaron pruebas a 16 marcas comunes de colchones para niños vendidos en Estados Unidos y Canadá. En todos los casos, se hallaron compuestos preocupantes como ftalatos, retardantes de llama y filtros UV, todos ellos conocidos por sus efectos nocivos sobre la salud humana.

Emisión química impulsada por el calor corporal

El estudio simuló el entorno térmico de un niño dormido, concluyendo que el calor y el peso corporal pueden aumentar la liberación de estos compuestos al ambiente. Estas sustancias, clasificadas como semi-volátiles, tienden a desprenderse de los objetos con el tiempo, pasando al aire, fijándose al polvo o siendo absorbidas por la piel.

Según la coautora del estudio, la química ambiental Miriam Diamond de la Universidad de Toronto, los resultados fueron impactantes: “Nos sorprendieron mucho los niveles de químicos encontrados. Un colchón contenía hasta un 3% de su peso en retardantes de llama”.

Colchón

Riesgos para la salud infantil

Tanto los ftalatos como los retardantes de llama han sido vinculados con múltiples afecciones graves. Entre ellas se encuentran el cáncer, alteraciones hormonales, daños neurológicos, pubertad precoz y disminución del coeficiente intelectual en la infancia.

Además, algunos ftalatos ya están restringidos en productos para niños en Estados Unidos, aunque se encontraron en concentraciones superiores a esos límites en al menos cuatro colchones analizados.

A pesar de que los fabricantes deben cumplir con normativas de inflamabilidad, la mayoría opta por incorporar retardantes de llama, cuyo uso ha sido cuestionado por expertos en salud pública y cuerpos de bomberos, al considerar que son poco eficaces y tóxicos tanto para usuarios como para rescatistas expuestos al humo.

Falta de regulación y consejos para consumidores

En la actualidad, no existen límites federales sobre los niveles de estos compuestos en colchones en EE.UU. o Canadá, países donde se realizó el estudio. Algunos de los químicos hallados están prohibidos o restringidos en productos infantiles en uno de los países, como el TCEP, que llegó a representar el 1% del peso de un colchón.

Aunque el estudio no reveló las marcas específicas, aclaró que se trata de productos accesibles, vendidos por menos de 150 dólares (unos $143 mil chilenos) , con materiales provenientes de países como China, México y Turquía.

Los expertos recomiendan a los padres buscar colchones que no contengan retardantes de llama o que utilicen alternativas naturales como lana. Los productos fabricados con algodón o látex tienden a tener menos ftalatos, aunque no existe garantía absoluta. También sugieren dejar airear los colchones antes de su uso y colocar una barrera absorbente, como una toalla de felpa, para minimizar la exposición.

Finalmente, los investigadores recalcaron que la responsabilidad recae en los fabricantes. “Los productores de colchones deben dejar de usar químicos tóxicos”, insistió Diamond.

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