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Beneficios de hacer ejercicio se transmiten a hijos y hasta nietos, según estudio

Los autores del trabajo señalan, asimismo, que los efectos adversos de un estilo de vida sedentario también repercuten sobre la descendencia. Los hallazgos pueden ser valiosos para respaldar políticas sanitarias, dicen.

24horas.cl

Domingo 14 de julio de 2024

Los efectos beneficiosos del ejercicio físico moderado son buenos para quienes lo practican, pero investigadores comprobaron que sus beneficios redundan en los hijos y que se transmiten como herencia incluso hasta la segunda generación, los nietos.

Lo comprobó un equipo del Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español liderado por el investigador José Luis Trejo, que dirige el grupo "Estilo de Vida y cognición", y los resultados del trabajo se publicaron en el Journal of Neuroscience de la Sociedad Americana de Neurociencia.

Y al igual que los beneficios, los autores del trabajo constataron que los efectos adversos de un estilo de vida sedentario también repercuten sobre la descendencia a través de los mismos mecanismos.

Herencia epigenética

Los investigadores comprobaron en ratones cómo el entrenamiento con ejercicio moderado tiene un efecto más duradero de lo que se pensaba, beneficiando hasta la segunda generación, y que muy probablemente está mediado por un pequeño grupo de "micro RNAs" que actúan transmitiéndose de padres a hijos a lo largo de las generaciones.

Esos "micro ARNs" (miRNAS), explicó el Instituto Cajal en una nota de prensa difundida hoy, son ARN (ácido ribonucleico) de pequeño tamaño que están involucrados en procesos fisiológicos que gobiernan la función cerebral normal y que son capaces de controlar la expresión génica, y constituyen un mecanismo epigenético de herencia que se transfieren a las siguientes generaciones a través de las células sexuales.

La herencia epigenética consiste en cambios en la función de los genes, inducidos por diversos mecanismos; esos cambios activan o inactivan genes sin modificar la secuencia del ADN, en respuesta a factores ambientales, como la alimentación o el ejercicio.

Este hallazgo es relevante por la actual falta de pruebas que respalden la transmisión transgeneracional de los resultados positivos derivados de las intervenciones sobre el estilo de vida dirigidas al cerebro y la cognición, ha destacado el Instituto Cajal.

"Abordar esta cuestión es crucial, ya que podría proporcionar información valiosa para diseñar políticas de salud pública más impactantes ante el preocupante incremento del sedentarismo”, manifestó José Luis Trejo.

Con información de Deutsche Welle.