La migraña es una enfermedad que va más allá de un simple dolor de cabeza. Se estima que afecta al 30% de la población mundial entre los 18 y 65 años, siendo las mujeres las más propensas a padecerla.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como la sexta enfermedad más incapacitante, subrayando su impacto significativo en la calidad de vida de quienes la sufren.
Comprendiendo la migraña
La migraña se caracteriza por un dolor intenso y pulsátil que generalmente afecta un solo lado de la cabeza. Este dolor puede ir acompañado de náuseas, vómitos y una sensibilidad extrema a la luz y al sonido. Los episodios de migraña pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días, obligando a quienes los sufren a aislarse en ambientes oscuros y tranquilos para aliviar los síntomas.
El impacto de la migraña no es sólo físico, sino que también afecta el bienestar emocional y mental de los pacientes. Según un informe del Departamento de Neurología y Neurocirugía del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, hasta el 95% de los pacientes reportan que la migraña interfiere en sus actividades diarias, y un 84% presenta algún grado de fatiga. Además, el 38% de los encuestados confiesa sentirse inútil, mientras que el 36% reporta síntomas de depresión.
¿A quiénes afecta más la migraña?
La migraña afecta mayoritariamente a las mujeres, especialmente aquellas en el rango de edad entre 30 y 49 años. Los estudios indican que más de tres veces más mujeres que hombres padecen esta enfermedad. Las razones detrás de esta disparidad se encuentran en factores hormonales, genéticos y ambientales.
Las hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona, juegan un papel crucial en la regulación de las funciones biológicas y pueden influir en la frecuencia e intensidad de las migrañas. Por ejemplo, muchas mujeres experimentan migrañas menstruales, que ocurren típicamente en los días previos o durante la menstruación, debido a la caída en los niveles de estrógeno. Estas migrañas pueden ser más severas y durar más que las migrañas en otros momentos del ciclo menstrual.
"Para las mujeres de entre 18 y 49 años, la migraña es la principal causa de discapacidad en el mundo", señala Danielle Wilhour, profesora de neurología en la Universidad de Colorado.
Migraña: factores desencadenantes y tratamientos
Los factores que pueden desencadenar una migraña varían de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen la falta o exceso de sueño, ciertos alimentos, luces intensas, olores fuertes (como perfumes) y el consumo de alcohol. Identificar y evitar estos desencadenantes es una parte crucial del manejo de la migraña.
Existen varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas de la migraña. Los triptanos, un grupo de fármacos que salió al mercado en los años 90, son comúnmente utilizados para tratar los episodios de migraña. Para las migrañas menstruales, tanto los triptanos como los antiinflamatorios no esteroideos han demostrado ser efectivos. Además, los métodos de control de la natalidad pueden ayudar a estabilizar los niveles hormonales y reducir la frecuencia de las migrañas.
Sin embargo, no todas las opciones de tratamiento son adecuadas para todos los pacientes. Por ejemplo, las mujeres que sufren de migrañas con aura, un tipo de migraña que puede incluir síntomas visuales o neurológicos antes del dolor de cabeza, deben evitar los anticonceptivos hormonales que contengan estrógenos debido al riesgo aumentado de accidentes cerebrovasculares.
El impacto de la migraña en la vida cotidiana
El impacto de la migraña en la vida cotidiana de quienes la padecen es significativo. Además del dolor físico, muchas personas experimentan problemas emocionales y mentales. El informe "Impacto de la migraña y en la calidad de vida de los pacientes chilenos", realizado en 2018, revela que la mayoría de los pacientes tiene problemas para dormir y necesita periodos prolongados de aislamiento y oscuridad durante los episodios de migraña. Además, el 92% de los encuestados interrumpió sus actividades a causa de la crisis, lo que subraya el impacto incapacitante de esta enfermedad.
La migraña también afecta la vida laboral de los pacientes. Muchas personas con migraña faltan al trabajo o no pueden desempeñar sus tareas de manera efectiva durante los episodios. Esto no sólo afecta su productividad, sino que también puede tener consecuencias económicas significativas tanto para los individuos como para las empresas.
Migrañas en diferentes etapas de la vida
La frecuencia e intensidad de las migrañas pueden variar a lo largo de la vida. En la infancia, tanto niños como niñas tienen la misma probabilidad de desarrollar migrañas. Sin embargo, durante la pubertad, las posibilidades de tener migrañas aumentan significativamente para las niñas debido a los cambios hormonales. Cerca del 50% y el 60% de las mujeres con migrañas experimentan migrañas menstruales, que pueden ser más severas y durar más tiempo que las migrañas en otros momentos del mes.
Durante el embarazo, las migrañas pueden ser particularmente debilitantes, especialmente durante el primer trimestre. Sin embargo, muchas mujeres encuentran que las migrañas se vuelven menos severas y frecuentes a medida que avanza el embarazo. Después del parto, los niveles hormonales pueden reducirse y provocar un aumento en la frecuencia e intensidad de las migrañas.
"La buena noticia es que las migrañas generalmente tienden a volverse menos severas y frecuentes durante el resto del embarazo", explica Danielle Wilhour.
Durante la perimenopausia, la fase de transición hacia la menopausia, las fluctuaciones hormonales pueden desencadenar un aumento en los ataques de migraña. Sin embargo, a medida que progresa la menopausia, las migrañas tienden a reducirse y, en algunos casos, pueden desaparecer por completo. La terapia de reemplazo hormonal puede ser una opción para reducir la frecuencia y severidad de las migrañas durante esta etapa.