El Mycoplasma pneumoniae es una bacteria conocida por causar neumonía atípica, una afección respiratoria que se distingue de los resfriados comunes y de las neumonías bacterianas típicas. Según el Dr. Guillermo Zepeda, subdirector de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, esta bacteria genera síntomas como tos persistente que puede durar semanas y fiebre baja o, en algunos casos, inexistente.
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En contraste, las neumonías bacterianas tradicionales suelen presentar fiebre alta, superior a los 39°C, junto con un deterioro generalizado en el estado de salud del paciente. Estas características hacen que la detección del Mycoplasma pueda ser compleja, ya que sus síntomas se confunden fácilmente con los de los virus respiratorios comunes, como el rinovirus.
En este marco, el experto de la Universidad de Chile entregó datos clave respecto al desarrollo de la bacteria, síntomas para identificarlo y también los factores de riesgo asociados para los que hay que estar alerta.
Principales factores de riesgo identificados y asociados a la bacteria Mycoplasma
El Dr. Zepeda destaca los siguientes factores de riesgo que los padres y cuidadores deben vigilar para determinar si una consulta médica es necesaria:
- Fiebre persistente: Aunque la fiebre alta no es típica del Mycoplasma, en casos puntuales puede presentarse y no responder al uso de medicamentos antipiréticos como el paracetamol.
- Dificultad respiratoria: La presencia de respiración acelerada o el hundimiento de las costillas son señales claras de alerta.
- Tos prolongada: Una tos que persiste por más de 3 o 4 días sin signos de mejoría es motivo para acudir al médico, incluso en ausencia de fiebre alta o dificultades respiratorias.
- Decaimiento extremo: El agotamiento severo y la falta de energía, independientemente de la edad, son indicios de que puede tratarse de una neumonía atípica.
¿Cómo se transmite el Mycoplasma?
Aunque el Mycoplasma no es un virus, su mecanismo de contagio es similar al de las enfermedades respiratorias virales.
"Se transmite a través de gotas expulsadas al toser, estornudar o durante una conversación cercana", señala el Dr. Zepeda.
Esto implica que las medidas de prevención básicas, como el lavado frecuente de manos, la ventilación de espacios cerrados y el aislamiento de personas enfermas, siguen siendo fundamentales.
Impacto del Mycoplasma en los entornos escolares
Los brotes de Mycoplasma suelen ser más notables en comunidades cerradas, como jardines infantiles y colegios, donde el contacto cercano facilita su propagación.
En estos casos, es vital que los niños diagnosticados no asistan a clases hasta su recuperación total para evitar contagios masivos.
Clima y brotes de Mycoplasma: ¿qué esperar en los próximos meses?
El aumento de temperaturas y la llegada del verano tienden a reducir los casos de Mycoplasma, ya que las actividades al aire libre disminuyen la exposición en espacios cerrados.
Sin embargo, la prevención sigue siendo crucial, especialmente en familias con niños pequeños o personas inmunocomprometidas.
Aunque el brote actual ha generado preocupación, el sistema de salud está preparado para manejar estas situaciones, asegura el Dr. Zepeda.
"La clave está en identificar los síntomas temprano, actuar sin pánico y seguir las recomendaciones de los especialistas", concluye.
Revisa la entrevista completa sobre el Mycoplasma