Un padre y su hijo, imputados por el multimillonario robo a la empresa Brinks que tuvo lugar a mediados de agosto, fueron reformalizados el viernes por delitos de porte y tenencia ilegal de armas y municiones.
Esto ocurrió tras el descubrimiento de una pistola, un cargador y miguelitos enterrados en el patio de una casa en Rancagua, en la región de O'Higgins.
El fiscal jefe de Análisis Criminal y Focos Investigativos, Carlos Fuentes, informó que "se añadió un nuevo delito a los cargos de robo y asociación criminal contra estas dos personas, quienes días después del robo tomaron un arma, municiones y 158 miguelitos, e hicieron un hoyo en el patio de una casa para esconderlos".
"Posteriormente, recibimos información sobre este hallazgo, solicitamos la autorización para un registro y encontramos los elementos en el lugar indicado", precisó el fiscal.
Los imputados también enfrentan cargos por haber facilitado un galpón para ocultar un furgón que transportaba el valioso botín, que asciende a 11.500 millones de pesos.
Ante esta situación, el defensor público jefe de Rancagua, Leonardo Díaz, reiteró que los imputados son simplemente encubridores del delito.
Además, informó que ha solicitado revisar las medidas cautelares de otros dos involucrados que actualmente se encuentran en prisión preventiva.
"Reiteramos que, respecto a los hechos por los que fueron formalizados, mis representados siguen siendo encubridores. También hemos presentado una solicitud para revisar la medida cautelar de dos de los imputados que defendemos", comentó.
Díaz añadió que "tenemos nuevos antecedentes que, creemos, demuestran la inocencia de estos involucrados, acreditando que estaban en lugares distintos a aquellos donde se les acusa de haber estado".
Finalmente, la Fiscalía anunció que también reformalizará por tenencia ilegal de elementos prohibidos a cuatro individuos que supuestamente poseían teléfonos celulares y casi un millón de pesos en el módulo de la cárcel de Rancagua, donde se encuentran cumpliendo prisión preventiva.