Es muy probable que la palabra "sugar daddy" resuene en tu cabeza y es que internet no para de hablar sobre esto, siendo MySugarDaddy.cl una de las plataformas más cotizadas en el área local.
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A pesar de esto, existe la posibilidad de que aún no conozcas detalles las diferencias del concepto Sugar Daddy, por ejemplo, con el de Sugar Baby.
Es por ello que te informamos más sobre los dos conceptos trascendentales para poder comprender.
¿Qué es un Sugar Daddy?
Según Seeking Arrangement y revista Forbes, un "sugar daddy" es un hombre mayor que entrega dinero a cambio de compañía, relaciones sexuales u otras formas a través de plataformas online. Con normalidad, estas relaciones involucran una diferencia de edad y de poder adquisitivo.
Es importante señalar que no todos tienen interés por temas sexuales, por lo que podrían existir riesgos que podrías enfrentar tras generar este tipo de vínculos.
¿Qué es un sugar baby?
Una sugar baby es una persona, hombre o mujer, que acepta una cita por regalos, dinero, viajes y otros, de un sugar daddy o una sugar mommy.
Es la persona que acepta la cita propuesta y que recibe obsequios a cambio de los servicios que se consensuen por un tiempo determinado.
¿Desde qué edad se puede considerar ser un sugar baby? De acuerdo a algunos sitios dedicados al tema, podríamos hablar desde los 35 a 40 años.
Sin embargo, la clave estaría en la diferencia de edad, ya que se debería establecer un rango de al menos 10 años de edad entre uno y otro.
¿Qué riesgos puede significar estar con un "sugar daddy"?
A causa de la diferencia de edad y de dinero, las personas que se involucren con un "sugar daddy" -también conocidos como "sugar babies"- podrían sentirse presionados a realizar actos de los que no están seguros o simplemente no quieren experimentar, dando paso a posibles casos de explotación o abuso.
Asimismo, la dependencia económica puede ser un riesgo pensando tanto en la autoestima como también en la independencia.
Si decides incursionar en ese mundo, debes tener en consideración los siguientes puntos:
- Es fundamental establecer límites desde el inicio de la relación.
- Ambos deben llegar a un acuerdo de lo que se aceptará y lo que no.
- Concretar una conexión emocional y física que no se base exclusivamente en el dinero.