El pene puede ser objeto de diferentes afecciones y problemas de salud, que son importantes de identificar para que sean tratados adecuadamente. Uno de ellos es lo que se conoce como fimosis, condición común especialmente en los recién nacidos.
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Pero, ¿qué es la fimosis en adultos y en niños? ¿En qué consiste esta afección? Te contamos todo el detalle a continuación:
¿Qué es la fimosis?
La fimosis es una afección en la cual el prepucio de un pene (no circuncidado) no puede ser retraído de la cabeza del pene, según indica Mayo Clinic, lo que puede causar dolor al orinar y las erecciones.
Si bien esta enfermedad ocurre en adultos, es más común en bebés. Es más, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, alrededor del 96% de los varones al nacer tienen un prepucio no retráctil, lo que se debe a "las adherencias naturales entre el prepucio y el glande".
Hay que tener en consideración que, con el paso del tiempo, la piel que se adhiere a la punta del pene puede retraerse a medida que el prepucio se afloja, indica Stanford Medicine Children’s Health. Para los 17 años, cerca del 99% de los varones podrán retraer su prepucio completamente.
Signos de la fimosis
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) detalla que generalmente la fimosis no es un problema, a no ser de que se presenten síntomas como:
- Hinchazón y sensibilidad
- Dolor al orinar o un flujo débil de orina
- Sangre en la orina
- Infecciones frecuentes del tracto urinario
- Sangrado o una secreción espesa debajo del prepucio o un olor desagradable: estos son signos de una infección (balanitis)
- Erecciones dolorosas, que pueden dificultar las relaciones sexuales
Tratamientos de la fimosis
Desde Stanford Medicine Children’s Health explican que los tratamientos dependerán de la edad, la gravedad de la enfermedad y la tolerancia del afectado a los medicamentos, entre otros factores.
Este tratamiento puede incluir la aplicación de una crema con esteroides en el prepucio hasta tres veces por día durante un mes aproximadamente, para aflojar el anillo adhesivo, sin embargo, son prescripciones que tienen que ser entregadas por un médico y, de ninguna manera, iniciar un tratamiento sin supervisión.
Agregan que si el prepucio de un niño se abulta durante la micción (acción de orinar) luego de los 10 años, es posible que se aconseje la realización de una circuncisión.