Una mujer de 37 años y su hija de dos años, que resultaron heridas en el atropello múltiple ocurrido el jueves en la ciudad alemana de Múnich (Baviera), murieron este sábado debido a la gravedad de las lesiones sufridas en el ataque, anunció la policía local.
"Lamentablemente tenemos que confirmar la muerte ocurrida hoy de la menor de dos años y de su madre", declaró el portavoz policial Ludwig Waldinger. Ambas se encontraban el jueves en una manifestación pacífica del sindicato Ver.di que exigía un aumento en los salarios de los funcionarios públicos cuando un vehículo Mini arrolló a la multitud, dejando en ese momento a 39 personas heridas.
Este mismo sábado, el canciller alemán, Olaf Scholz, acudió a depositar flores al lugar de los hechos, donde realizó un llamado a la unidad e instó a que el autor sea castigado con "toda la dureza de la ley". "Cosas como éstas no deberían ocurrir”, dijo el político socialdemócrata, quien también agradeció a los equipos de emergencia y pidió "estar juntos ahora y asegurarnos de que nuestro país permanece unido”.
"Prisión perpetua”
Inmediatamente después del ataque fue arrestado el jueves un hombre afgano de 24 años, que llegó a Alemania como solicitante de asilo. La Fiscalía declaró el viernes que el sospechoso podría haber actuado motivado por su fanatismo religioso y por ello el caso es investigado como un posible atentado islamista. Sin embargo, de momento no se han encontrado relaciones entre él y grupos radicales.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, de la Unión Cristianosocial (CSU), declaró al periódico Bild que estaba "profundamente conmocionado y apenado por estos trágicos decesos. Rezo por esta familia. El asesino ahora debe contar con que será condenado a prisión perpetua”.
Este fue el quinto de una serie de ataques protagonizados por inmigrantes en los últimos nueve meses, lo que ha puesto el tema migratorio en la palestra en medio de la campaña para las elecciones del próximo 23 de febrero.