Conmoción existe entre la feligresía del pueblo francés de Brignoles, luego que se conocieran los motivos de la dimisión del cura del municipio, Gerson Peres. Según admitió el propio religioso en la misa del pasado domingo, cometió adulterio mediante relaciones íntimas con una mujer a la cual él mismo había casado unos meses atrás.
La noticia no tardó en hacerse eco en todo el país. Altas autoridades eclesiásticas de Francia se manifestaron al respecto. Uno de ellos fue François Touvet, obispo coadjutor de la diócesis de Fréjus-Toulon.
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"El padre Gerson abandonó la parroquia de Brignoles el viernes 23 de agosto. Me presentó su dimisión, que acepté. Vivía en flagrante contradicción con sus compromisos, en particular el del celibato", escribió Touvet en una carta leída en la iglesia de Brignoles por otro cura. "Condeno la actitud del padre Gerson y cuento con todos para afrontar esta dura prueba con valentía, en un espíritu de unidad y comunión".
Opiniones divididas frente al caso
Fuera del mundo católico, la cadena de televisión BFM TV de Toulon Var fue uno de los medios que abordó los testimonios de los habitantes del pueblo tras conocerse la noticia, quienes reaccionaron con descontento y decepción.
Una de estas personas manifestó sobre el religioso que "hizo un juramento de castidad cuando se convirtió en sacerdote, lo que es incompatible con su función". Por su parte, otros habitantes valoraron y agradecieron que el padre reconociera su error frente a su comunidad.
Stéphane, por ejemplo, contó que su "primera sensación" es "que el padre Gerson mostró transparencia desde que fue a ver al obispo para explicarle su situación".
Ahora, él y el resto de feligreses tendrán al padre Simon Rebeccaï como nuevo cura del pueblo, por lo menos de forma interina hasta que se encuentre un sustituto oficial.