Un grupo de científicos y montañistas logró identificar una nueva especie de planta en la cordillera de los Andes de Chile central. Se trata de la Viola imbricata, también conocida como “Viola Catita”, una planta siempreviva de hojas imbricadas que fue hallada en sectores rocosos de San Fabián de Alico (Ñuble) y en el Nevado del Longaví (Maule).
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- Chile prohíbe las pruebas cosméticas en animales: un hito en la protección animal
- Semana de los Humedales: Chile refuerza su compromiso con la biodiversidad
- Chile aprueba histórico plan de descontaminación para el lago Villarrica
Su llamativo nombre proviene de su forma y coloración, que recuerda a la cabeza de un loro o cachaña, según los arrieros locales.
Un hallazgo entre montañas
El descubrimiento de la Viola imbricata comenzó en 2016, cuando Kora Menegoz, ingeniera forestal y guía de montaña, notó una extraña planta durante un ascenso en San Fabián de Alico. Al mismo tiempo, en el Nevado del Longaví, el investigador Juan Luis Celis, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, se topó con la misma especie junto a un grupo de montañistas.
Ambos equipos documentaron la planta y consultaron a expertos, incluyendo a los botánicos John Watson y Ana Flores, quienes confirmaron que se trataba de una nueva especie. Su identificación fue publicada recientemente en la revista científica Phytotaxa.
"Llegamos de madrugada a la parte alta de la montaña y ahí vimos esta planta. Tenía las características de una Viola, pero con diferencias en sus hojas y su color", explicó Juan Luis Celis a Ladera Sur.
El hallazgo también contó con la colaboración de Pedro Cofré-Valenzuela, montañista e investigador independiente, quien había registrado la planta en 2014 y subido fotos a la plataforma iNaturalist en 2021, lo que ayudó en su identificación final.
Características y amenazas de la Viola imbricata
La Viola imbricata es una planta adaptada a altas montañas, creciendo entre 2.300 y 2.900 metros de altitud, donde pocas especies logran sobrevivir. Se encuentra en zonas rocosas cercanas a glaciares y tiene una raíz profunda que le permite absorber la humedad del derretimiento de nieve.
Pese a su ubicación remota, la Viola imbricata enfrenta graves amenazas:
- Cambio climático: La disminución de nevadas podría afectar su hábitat y disponibilidad de agua.
- Expansión de especies invasoras: Plantas exóticas están desplazando a especies nativas en altitudes cada vez mayores.
- Exploración minera: Su hábitat coincide con zonas ricas en minerales, lo que podría generar riesgos de intervención.
En peligro de extinción
Según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), esta nueva especie ha sido clasificada en peligro crítico, debido a su distribución limitada y las amenazas que enfrenta.
"Como la planta está en el límite altitudinal, es muy sensible al cambio climático y no sabemos cuán rápido podrá adaptarse", comentó Juan Luis Celis a El Mostrador.
Los investigadores esperan que el Ministerio del Medio Ambiente oficialice esta clasificación y se tomen medidas para su conservación. Además, planean realizar estudios genéticos para conocer su relación con otras violas andinas.