Un estudio publicado en la revista Evolutionary Behavioral Sciences revela que las preferencias musicales pueden estar relacionadas con la capacidad intelectual. La investigación, realizada por la Universidad de Oxford Brookes en colaboración con la Asociación Americana de Psicología, sugiere que ciertos géneros musicales, especialmente los instrumentales como la música clásica y la música electrónica sin letras, son preferidos por personas con mayores habilidades cognitivas.
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Música instrumental: Un aliado para mentes analíticas
El estudio analizó los hábitos musicales de 467 estudiantes de secundaria en Croacia y encontró que aquellos con mejores resultados en pruebas de inteligencia tendían a preferir la música sin letra. Alejandro Amon, experto en sonido y CEO de Blik, explica:
"La música instrumental, al no tener distracciones líricas, obliga al oyente a concentrarse en la estructura y la composición. Esa complejidad resuena más con personas de mentalidad analítica y elevada capacidad cognitiva".
Según Amon, la apreciación de los elementos técnicos, como los cambios de ritmo o la interacción entre notas, es más evidente en personas con mayor inteligencia.
"Cada detalle en una pieza instrumental cobra vida, ofreciendo una experiencia auditiva enriquecida que no siempre se obtiene con géneros más simples", señala.
La música como medicina natural
Además de su relación con la inteligencia, la música instrumental ofrece beneficios para la salud mental y física. Diversos estudios destacan que este tipo de música reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y potencia habilidades cognitivas como la memoria y la concentración.
"La música es una medicina natural", comenta Amon. "Escuchar piezas complejas puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y mejorar el enfoque".
La música clásica y la electrónica minimalista se utilizan a menudo para aumentar la concentración y la motivación durante actividades que requieren atención sostenida.
"Una sinfonía bien ejecutada o un track minimalista no solo envuelve al oyente, sino que también eleva la capacidad de concentración", añade Amon.
