Chile da un paso trascendental en su participación en la exploración espacial tras firmar los Acuerdos de Artemis con la NASA. Con esta iniciativa, el país no solo se integra en las futuras misiones de la Luna y Marte, sino que también posiciona sus capacidades en áreas como astrobiología, geología y mineralogía. La firma se llevó a cabo el 25 de octubre de 2024, en la sede de la NASA en Washington, DC.
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Una firma que abre nuevas fronteras para Chile
En la ceremonia de firma, la ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, destacó la relevancia del hito:
“Firmar estos acuerdos es muy significativo para Chile, especialmente en un momento en que impulsamos el desarrollo tecnológico como estrategia de país. Gracias a nuestro expertise en disciplinas como geología y mineralogía, y al trabajo en ecosistemas extremos como el Desierto de Atacama y la Antártica, tenemos mucho que aportar al proyecto Artemis”.
La ministra estuvo acompañada por Bill Nelson, administrador de la NASA, y Juan Gabriel Valdés, embajador de Chile en Estados Unidos. Nelson celebró la incorporación de Chile, señalando:
"Damos la bienvenida a Chile a los Acuerdos Artemis. Ahora iremos juntos a las estrellas, de forma segura y responsable, creando nuevas oportunidades de cooperación internacional".
¿Qué son los Acuerdos de Artemis y por qué Chile es clave?
Los Acuerdos de Artemis se establecieron en 2020 con el objetivo de definir principios comunes para la exploración y uso civil del espacio. Esta iniciativa, coordinada por la NASA y el Departamento de Estado de Estados Unidos, ya cuenta con la participación de siete países latinoamericanos y busca sentar las bases para futuras misiones en la Luna, Marte y más allá.
Chile, con su industria minera de alta complejidad y sus investigaciones en ambientes extremos, aporta un conocimiento valioso que será útil en las misiones espaciales. Los extremófilos –organismos que sobreviven en condiciones extremas–, ya estudiados en el Desierto de Atacama y la Antártica, también podrían ser determinantes en la búsqueda de vida extraterrestre.
Academia e industria: Claves para el éxito de Artemis
Eduardo Bendek, ingeniero chileno que trabaja en la NASA, destacó las oportunidades que abre esta participación:
“Chile tiene condiciones únicas para realizar pruebas análogas en la Antártica y el Desierto de Atacama, donde las universidades y la industria pueden colaborar en el desarrollo de equipos y en la preparación de astronautas".
Bendek señaló que estas geografías permiten validar tanto los equipos como la capacidad de los astronautas para vivir en aislamiento, reproduciendo las condiciones que enfrentarán en el espacio.
El astrónomo Diego Mardones, del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), también subrayó la importancia de la participación chilena en este proyecto multidisciplinario:
“La combinación de astronomía, geología y biología celular, como el estudio de extremófilos en salares, será clave para las investigaciones que Artemis realizará en la Luna. También permitirá hacer comparaciones geológicas con cometas y meteoritos”.
Un paso hacia el futuro del sistema solar
Chile se posiciona como un actor clave en la carrera espacial, tanto por su experiencia en exploración científica como por su capacidad tecnológica. La misión Artemis II, prevista para 2025, realizará un sobrevuelo lunar, mientras que en 2026 la misión Artemis III permitirá que los humanos regresen a la superficie lunar por primera vez desde 1972.
“Participar en Artemis nos permitirá ser parte de esta comunidad de exploración espacial y eventualmente integrarnos a misiones más ambiciosas en el sistema solar”, concluyó Bendek.