La Policía de Investigaciones (PDI) interrogó a una mujer, vestida como monja, en el marco de las indagatorias que buscan esclarecer el macabro hallazgo en Ñuñoa, donde el cuerpo de una mujer estaba dentro de una bolsa y abandonado en la calle.
Si bien las autoridades de momento no han dilucidado mayormente la relación de la mujer con el caso, sí han surgido testimonios de personas residentes de la zona, dando cuenta de las dudas generadas por la religiosa.
De hecho, el matinal Buenos Días a Todos conversó con Sofía, joven que ha vivido toda su vida en el barrio donde fue hallada la fallecida, afirmando que la monja era una persona que se caracterizaba por ser "extraña".
Cabe recordar que las pericias demostraron que la víctima sería una mujer de 60 años, cuya data de muerte fue fijada en 6 meses. Lo anterior fue demostrado debido a que el cuerpo estaba "esqueletizado".
Quién es la monja interrogada por la PDI
La misma Sofía narró que a "ella siempre la veíamos pasar junto a otra monja", sin embargo, después de la pandemia todo cambió.
"(Quien es interrogada por la PDI) es una señora que vestía habitos de monja, siempre andaba con un carrito de feria. Pero el último tiempo vivía sola, desde la pandemia dejamos de ver a la otra. Eran dos y una desapareció", explicó la residente.
Asimismo, enfatizó que ambas "llamaban la atención porque eran como raras, nunca se comunicaban con nadie en el barrio. A nosotros no nos daba buena espina, mi abuela dice que eran extrañas, como que no daban buenas vibras", sentenció.
¿Qué se sabe de la víctima?
El subprefecto Juan Luis Fonseca, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana, informó que el cuerpo correspondería a una mujer de 60 años de edad.
Las pericias a los restos reflejaron que, hasta el momento, "no tendría alteración traumática atribuible a un tercero".