Este viernes fue dada a conocer la sentencia para Martín Pradenas, luego de que el pasado 7 de julio fuese declarado culpable de cometer siete delitos sexuales.
En concreto, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco decretó 17 años de cárcel para el sujeto, los cuales deberá cumplir de manera efectiva.
Tras dos juicios y la presentación de cientos de pruebas y testimonios, el Ministerio Público y la defensa de las víctimas lograron demostrar nuevamente la responsabilidad del sujeto de 31 años.
Frente a ello, la Fiscalía solicita que Pradenas sea condenado a 40 años de presidio, buscando obtener una pena por cada uno de los siete delitos perpetrados en contra de seis mujeres distintas.
Una de ellas fue Antonia Barra, quien se quitó la vida en 2019.
Pese a que Pradenas insistió hasta el final que no violó a la joven y que todo lo que pasó entre ellos "fue consentido", la defensa de la familia de la víctima logró probar que sí hubo una agresión sexual.
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Sin embargo, el hecho de que Antonia no estuviese presente para entregar su testimonio fue uno de los desafíos de este este caso. Así lo confirmó a 24horas.cl el abogado de la familia Carlos Gajardo, marcando el fin de uno de los casos de violencia de género que más ha marcado al país.
"Es un caso muy importante, porque permitió condenar al acusado a pesar de no tener el testimonio físico de la víctima, pero a cambio existían una serie de otros testimonios, de pruebas, videos, audios de WhatsApp y testigos que permitieron formarle al tribunal la convicción de que estos hechos habían sucedido de la manera en que se acusaron", sostuvo el representante legal de la familia Barra.
En esa línea, el también exfiscal añadió que en este caso quedó demostrado que "no sólo el testimonio de la víctima" puede ser utilizado, sino que "otros medios de prueba pueden terminar formando la convicción en el tribunal".
"Acá fue muy importante, por supuesto, que la víctima, si bien no compareció físicamente al tribunal, sí se escucharon sus audios y grabaciones que había de ella cuando le contaba a su expololo lo que había sucedido", acotó.
Lo anterior, según la perspectiva de Gajardo, fue clave para lograr una condena en contra de Pradenas, puesto que "el tribunal pudo hacerse una impresión de lo que, en palabras de Antonia, había sucedido".
A lo anterior se sumó que todo el proceso judicial fue desarrollado bajo una perspectiva de género. Esto, debido a que este caso requería que "los prejuicios que naturalmente las personas, incluyendo a los jueces, tienen" quedaran "afuera", lo cual marcó un antes y un después para la justicia chilena
"Fue la luz de muchas mujeres"
El abogado Gajardo subrayó que la perspectiva de género fue clave para entender "respecto de Antonia y de las otras cinco víctimas, el porqué no denunciaban los hechos cuando estos sucedían".
En ese sentido, el exfiscal aseveró que "la muerte de Antonia terminó siendo un espacio seguro que permitió a las demás víctimas denunciar y eso, si uno aplica la perspectiva de género, entiende por qué se produce ese fenómeno".
Asimismo, tras conocerse la nueva condena en contra de Pradenas, la madre de Antonia Barra, Marcela Parra, afirmó que su hija "fue la luz de muchas mujeres".
"Mi hija motivó a otras mujeres a denunciar, hablar y sacarse esta culpa y vergüenza. Las víctimas nunca son culpables, sí los victimarios", manifestó en aquel entonces.