En un hito histórico, la vacuna desarrollada en nuestro país contra el virus sincicial inició su fase 2 y ya podría administrarse antes del 2030.
El inicio de este proceso de fase 2 se concentra en tener una población de 200 sujetos, la cual va a durar aproximadamente un año y donde se evaluarán parámetros de inmunogenicidad y de seguridad, apuntando a una población más vulnerable para demostrar su efectividad.
Dicha vacuna está basada en la BCG, utilizada contra la tuberculosis, y que produce respuestas celulares potentes, pero con un giro innovador.
Según explicó el profesor de la Universidad Austral, Mario Calvo, en primera instancia la vacuna fue aplicada solamente a personas adultas sana ya que dicha población que se elige en fase uno: "No estamos pensando en la población objetivo a que posteriormente sea vacunado, sino que solamente estamos buscando seguridad del compuesto en una población pequeña que se realizó en Santiago".
"Una vacuna tiene una duración o memoria más prolongada, es decir, con plena protección que se prolonga en el tiempo, podría ser suficiente tal vez una sola vacunación por años, mientras que estas otras terapias se basan en aplicaciones anuales por temporada", comentó Pablo González del Instituto Milenio Inmunología e Inmunoterapia.
De igual manera, Susan Bueno de la Faculta de Bioquímica Universida Católica, afirmó que "si este estudio resulta positivo, eso nos da pie para poder seguir avanzando con la vacunación y incrementar el número de personas ya en el estudio clínico fase tres".
El estudio ya se realiza en Grecia gracias a una colaboración internacional que permite el desarrollo científico.