El gobierno del presidente de Rusia, Vladimir Putin, está empecinado en dar con un tratamiento antienvejecimiento revolucionario que permita alargar la esperanza de vida en el país, la cual se ha ido reduciendo paulatinamente durante los últimos años.
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Según informan medios internacionales, el Ministerio de Salud ruso envió una carta a las instituciones de investigación urgiendo a los médicos que desarrollen y presenten de manera urgente propuestas destinadas a preservar y promover la salud y el bienestar de los ciudadanos rusos. Esto se traduce en la necesidad de invertir en tecnología de punta destinada a promover la longevidad y el envejecimiento saludable.
De acuerdo a los detalles de la investigación, el objetivo es “salvar 175.000 vidas” de aquí a 2030.
Los aspectos claves en los que se van a centrar los estudios son mitigar los envejecimientos celular; tecnología innovadora para prevenir el deterioro cognitivo y el deterioro sensorial; métodos para modular y modular el sistema inmunológico y tecnología médica de vanguardia que utiliza bioimpresión.
"Cuando recibimos esta carta, para ser honesto, me quedé en shock"
Según trascendidos, el requerimiento fue tomado por sorpresa por un médico ruso debido a la repentina urgencia con la que se pidió a los médicos que desarrollaran propuestas, algo inusual dado el corto plazo dispuesto para tal proyecto: "Nos pidieron que aceleráramos todas las propuestas; era como si la carta llegara hoy y la fecha límite fuera ayer. Sinceramente, es la primera vez que veo algo así: normalmente cualquier proyecto nacional o programa federal va precedido de varias reuniones en las que participan varios expertos y algún tipo de debate público".
"Cuando recibimos esta carta, para ser honesto, me quedé en shock. Toda la premisa me sorprendió. Oh, claro, trabajemos para restaurar la salud de estos viejos nebulosos; no es que no haya otros que necesiten nuestra atención. Justo en medio de la guerra, se supone que debemos dejarlo todo. El nivel de cinismo es confuso”, sostuvo otro de los investigadores.
Otro aspecto que preocupa a los investigadores es el elevado costo de los estudios: "Todas las investigaciones de vanguardia discutidas en el proyecto nacional son bastante caras: desarrollar nuevos medicamentos cuesta miles de millones", sostuvo una fuente cercana. "Ningún proyecto nacional por sí solo puede hacer frente a esto, especialmente ahora. No creo que puedan lograr algo significativo tan rápido", añadió.
Sin embargo, el colaborador cercano al presidente Putin y director del prestigioso Instituto Kurchatov, Mikhail Kovalchuk, ha estado presionando activamente a favor de la iniciativa mostrándose "entusiasmado por la vida eterna y el 'genoma ruso'".