Desde la invención del iPhone, todo tipo de rumores y especulaciones se han hecho sobre el efecto de los teléfonos móviles en nuestro cerebro. Hasta el mismo Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos advierte que estos aparatos pueden causar cáncer de encéfalo, sin embargo, una investigación reciente encargada por la OMS y publicada en la Environment International, observó más de 5.000 estudios y no ha encontrado vínculo alguno entre los celulares y los cánceres cerebrales o de cabeza.
LEE TAMBIÉN
- Estudio Essity: adolescentes utilizan redes sociales para educarse sexualmente
- Uso frecuente del celular estaría vinculado a la mala salud de fumadores y diabéticos
- ¿Aburrido del "scroll infinito"? Ciencia confirma que es insatisfactorio
Publicado este miércoles, el estudio fue realizado por la Australian Radiation Protection and Nuclear Safety Agency (Arpansa). Consistió de un análisis sistemático de más de 5.000 investigaciones, utilizando sólo los papers con mayor rigor científico, excluyendo a los más débiles. Al concluir este proceso, el metaestudio incluyó a 63 estudios en humanos, publicados entre 1994 y 2002, transformándolo en la "revisión más comprensiva hasta la fecha".
El origen del mito que los celulares causan cáncer
Los teléfonos celulares, como todo aparato inalámbrico, emiten radiación electromagnética, conocida comúnmente como ondas de radio.
Aunque la exposición de celulares es baja, es mucho más alta que de otras fuentes inalámbricas, ya que los teléfonos son utilizados cerca de la cabeza, según explicó el Ken Kapridis, autor principal del estudio.
Kapridis, quien además es vicepresidente de la Comisión Internacional en Protección de Radiación No-Ionizante dice que al escuchar la palabra "radiación", la gente asume que es similar a su contraparte nuclear y "como usamos el celular cerca de nuestras cabezas cuando hacemos llamadas, hay mucha preocupación".
"La radiación es energía que viaja de un punto a otro. Hay distintos tipos, como por ejemplo, la radiación ultravioleta del Sol", contó el científico, agregando que: "siempre estamos expuesto a ondas de radio de bajo nivel en nuestro ambiente del día a día".
La asociación entre celulares y el cáncer vino de estudios antiguos, en donde los investigadores analizaron las diferencias entre un grupo que tenía tumores cerebrales, y un grupo sin esta enfermedad, preguntando sobre su exposición a estos dispositivos. El problema con estos estudios es que, mientras el último grupo provee información valiosa, el grupo de enfermos tiende a sobrerreportar su exposición, haciendo que los resultados sean poco confiables.
A partir de estos estudios, la Agencia Internacional de Investigación del Cancer (IARC) de la OMS designó a las ondas de radio como un posible factor de riesgo de cáncer. Esto había puesto a los teléfonos móviles en la misma categoría que sustancias como la aloe vera, verduras encurtidas, y trabajar en una lavandería.
"La evidencia no muestra un vínculo", las conclusiones del estudio entre la relación entre celulares y el cáncer cerebral
La revisión no encontró vínculo alguno entre el uso de celulares y el cáncer, ninguna asociación con uso prolongado (es decir, 10 años o más) y ninguna relación con el tiempo de uso de los celulares, es decir, el número de llamadas hechas o el tiempo gastado mirando la pantalla.
“Concluimos que la evidencia no muestra un vínculo entre teléfonos celulares y cánceres cerebrales, o cualquier tipo de cánceres en otras partes de la cabeza o el cuello", explicó el profesor Ken Karipidis.
“Estoy muy seguro con nuestra conclusión. Lo que nos da esta certeza es que, aunque el uso de celulares se ha disparado, las tasas de tumores cerebrales se han mantenido estables", detalló Karipidis, quien también trabaja como director de evaluación de impacto de salud de Arpansa.
Karipidis y su equipo esperan que los miedos respecto a los vínculos del cáncer y los teléfonos celulares hayan sido sepultados. Mientras tanto, el equipo detrás de este meta estudio están trabajando en una secuela, analizando los vínculos entre celulares y otros cánceres asociados de manera menos común con sus ondas de radio. Entre estos, se encuentran la leucemia y el Linfoma no hodgkiniano.