El 43% de los chilenos y chilenas dice sentirse triste la mayor parte del tiempo y sólo el 47% manifiesta que nunca o pocas veces tiene la sensación de disfrutar de la vida. Así lo reveló un estudio sobre "Bienestar Emocional de los Chilenos Post Pandemia" realizado por la Universidad de los Andes.
En detalle, el análisis demostró que este alto nivel de tristeza se reportó de forma similar en las distintas zonas geográficas del país y entre los diferentes tramos de edad y género de los encuestados.
No obstante, se encontraron brechas significativas relacionadas con el nivel socioeconómico. Por ejemplo, solo un 27% del grupo ABC1 se ha sentido triste siempre, casi siempre o la mayor parte del tiempo; versus un 52% del grupo D y un 50% del grupo E (que representan los grupos de menor poder adquisitivo entre los encuestados).
Fabián Barrera, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes, señaló que "estas son cifras preocupantes si se compara con datos nacionales y de países similares recogidos antes o durante la pandemia, donde raramente se supera el 25%. Además, muestran que lamentablemente en Chile hoy la tristeza es incluso mayor en los sectores más vulnerables de la población".
"Gran parte de este porcentaje se relaciona con los eventos estresantes que hemos experimentado como sociedad desde el estallido social y la pandemia. Pero también es importante pensar que una buena parte de la población parece contar con insuficientes estrategias de afrontamiento de este tipo de emociones, por ejemplo, con pocas oportunidades para llevar estilos de vida saludable, o para conseguir apoyo social o profesional cuando experimenta tristeza en este grado", agregó el experto.
Por otra parte, el estudio también arrojó que el 57% de los consultados afirma que siempre, casi siempre o buena parte del tiempo está estresado y que solo un 35% se ha sentido así pocas veces.
Tales niveles de estrés se observan en similar medida entre hombres y mujeres, en los distintos tramos de edad y zonas geográficas del país, pero destacando nuevamente brechas por nivel socioeconómico.