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"Es difícil, pero no imposible": Matilde Gaete, la estudiante que busca llevar a Chile al espacio

La joven busca convertirse en la primera astronauta científica del país, pero su recorrido no ha estado exento de adversidades.

Karla Aburto Retamal

Sábado 18 de enero de 2025

Matilde Gaete, sin duda, es un ejemplo de perseverancia y autogestión en el ámbito aeroespacial chileno. Con sólo 20 años, y siendo estudiante de Ingeniería en Física en la Pontificia Universidad Católica, ya enfrentó obstáculos significativos en su camino para convertirse en la primera astronauta científica chilena, demostrando que los sueños son alcanzables incluso en contextos adversos.

En agosto pasado, la joven fue seleccionada por la International Academy of Astronautics de Florida, Estados Unidos, para realizar un programa de entrenamiento que la llevaría al espacio, pero su historia comenzó mucho antes.

24horas.cl conversó con Matilde, quien analizó su pasado, presente y futuro en la ciencia.

El interés de Matilde por el espacio y las áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) comenzó en su niñez, cuando se fascinaba con el cielo y leía libros sobre astronomía y cosmología. Sin embargo, fue la historia de Alyssa Carson, una joven estadounidense que completó todos los campamentos de NASA a corta edad, la que despertó en ella la convicción de que podía aspirar a ser astronauta.

"Cuando vi su historia, pensé: 'Si ella puede, yo también puedo'. Fue entonces cuando me di cuenta de que era un sueño realizable", recordó.  

Desde temprana edad, la joven se preguntaba cómo funcionaban las cosas, desde los refrigeradores hasta las estrellas. Esta curiosidad natural la llevó a participar de cada taller de ciencia que durante su etapa escolar y, en ese ámbito, en la física y la astronomía, encontró las respuestas a muchas de sus inquietudes.

Sin agencia espacial: el camino de la autogestión

Matilde tuvo que construir su carrera desde cero, enfrentando la falta de infraestructura y apoyo institucional en un país que no cuenta con una agencia espacial consolidada. "En Chile tenemos el capital humano, pero el área aeroespacial aún no está desarrollada. Cuando comencé, me di cuenta de que tendría que crear mi propio camino", relató.  

Gran parte de su progreso ha sido autogestionado, desde la inscripción en cursos especializados hasta los costos de sus entrenamientos; ahora, para asistir a la International Academy of Astronautics, no es diferente.

"No recibo paga por esto, y he tenido que asumir los gastos de cosas como mi traje y el equipamiento para los entrenamientos. Llegar a ser astronauta es un camino largo, complejo y, sobre todo, costoso", explicó.

Matilde Gaete, la chilena que busca ser astronauta

La primera experiencia transformadora en NASA  

A pesar de los desafíos, la joven logró asistir a un campamento de NASA mientras cursaba cuarto medio. Allí recibió entrenamiento directo de astronautas retirados y activos, como Charles M. Duke Jr., estadounidense que participó en el programa Apolo y que pisó la Luna en 1969.

Esta experiencia, que inicialmente parecía inalcanzable, ya que postuló dos veces a la beca, marcó un antes y un después en su trayectoria.  

"Fue la experiencia más cercana que he tenido al rubro aeroespacial. Participé en misiones simuladas, como comandante y como ingeniera de vuelo, enfrentando problemas técnicos con el performance de la nave en escenarios realistas. También me tocó estar en Tierra, como en Houston, pero eso no me gustó mucho", comentó.

¿Y el apoyo gubernamental?

A pesar de las dificultades, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación jugó un importante papel en su preparación para que pueda vivir esta segunda experiencia en Florida, ya que gracias a la colaboración de esta institución, Matilde logró obtener el permiso para acceder a los entrenamientos exclusivos de la Escuadrilla de Alta Acrobacia Halcones de la Fuerza Aérea de Chile (FACH).

"Una vez quedé seleccionada, los Halcones de la FACH me invitaron para poder entrenar con ellos y prepararme previo a mi viaje, y para eso necesitaba un permiso, porque como civil no puedo entrar a dependencias militares, al Grupo de Operaciones Espaciales, a la Academia Politécnica Aeronáutica, que me sirven mucho para llegar con una mejor base. En ese caso, la ministra Aisén Etcheverry me otorgó este permiso, pero me gustaría que abrieran tal vez un poco más a áreas STEM, no solamente, por ejemplo, a la Inteligencia Artificial", indicó Gaete.

Sobre esto último, Matilde subrayó la necesidad de un mayor compromiso gubernamental con las áreas STEM: "Chile es líder en astronomía, vamos a tener un congreso pronto, tenemos la infraestructura, pero necesitamos potenciar más áreas como la exploración espacial y la comunicación satelital.

Ante la falta de oportunidades institucionales en Chile –y en muchos otros países–, la astronauta análoga destacó el crecimiento de la industria privada aeroespacial global, liderada por empresas como SpaceX, Virgin Galactic, Glory.

"Con estas compañías se abren mucho más las posibilidades para astronautas o para aspirantes astronautas que no tienen la posibilidad de ir con sus países", sostuvo.

Inspiración para las futuras generaciones

Matilde Gaete no sólo busca alcanzar sus propias metas, sino también ser un modelo a seguir para las y los jóvenes chilenos. "Es importante mostrar que estas cosas son posibles, que en Chile hay capital humano, interés y talento para desarrollar el espacio", dijo.  

Asimismo, parte de su misión incluye la divulgación científica. "Quiero transferir conocimientos y empezar a poner estos temas en la mesa", dijo convencida.

"Es válido que la gente se pregunte por qué invertir en ciencias si hay otras prioridades y yo creo que ese es el principal desafío, en que la gente entienda por qué invertir en ciencia y tecnología va a mejorar la observación terrestre, la agricultura, la prevención de desastres. Hacer la difusión de por qué es fundamental invertir en ciencia y tecnología, que al final mejora la calidad de vida de nosotros, como ciudadanos", argumentó.

¿Cómo te ves en cinco años?, se le preguntó, y ella respondió ilusionada: "Ojalá haber ido al espacio".

Aunque sabe que su camino aún está lleno de retos, Matilde se muestra optimista. "Lo veo como algo que es difícil pero no imposible, porque sé que, con trabajo y con la trayectoria que tengo, es lograble", indicó, agregando que también espera expandir sus conexiones a nivel internacional.

"Cuando queremos poner a un humano en el espacio es complejo, requiere recursos, se requieren muchas mentes trabajando; entonces, yo creo que también me veo teniendo conexiones ya a nivel internacional para poder levantar esto", añadió.

Finalmente, señaló que le gustaría ser un referente para niñas y niños, así como lo fue Alyssa Carson para ella.

"Me gustaría mucho también, creo que es un objetivo. Entender que todo es posible cuando realmente hay convicción y hay pasión por realizar algo (...) Si yo miro años atrás, han pasado muchas cosas positivas, entonces yo creo que sí, espero poder ser un referente para que se sientan capaces de hacer lo que sea", expresó.

Su historia no sólo es un testimonio de superación personal, sino también un llamado a las instituciones y al Gobierno para fortalecer su compromiso con la ciencia, la tecnología y el futuro aeroespacial del país.