Según un estudio de Emma The Sleep Company, la mayoría de los chilenos tarda alrededor de 10 años en cambiar su colchón. Entre las principales razones se encuentran los costos elevados, la comodidad y el desconocimiento sobre cuándo es el momento adecuado para hacer el cambio. Aproximadamente el 55% de las personas solo reemplazan su colchón cuando se ha deteriorado notablemente.
LEE TAMBIÉN
- Actúa en sólo diez minutos: Estados Unidos autoriza venta sin receta de viagra untable en gel
- Descubren cómo detener avance de uno de los principales tumores cerebrales malignos
- Google suma inteligencia artificial para explorar más de 500 lugares del mundo
El colchón, al igual que muchos otros productos de uso diario, tiene un tiempo de vida útil que se debe respetar para garantizar el bienestar. Ignorar estos signos de envejecimiento puede perjudicar la calidad del sueño y la salud en general, contribuyendo a trastornos del sueño, dolores musculares y afecciones respiratorias.
Las consecuencias de colchón antiguo en la salud y la calidad del sueño
Una de las principales consecuencias de no cambiar el colchón en un periodo adecuado es la acumulación de ácaros del polvo y alérgenos.
Estos pueden causar dificultades respiratorias y alergias graves. Un colchón desgastado también pierde su capacidad para proporcionar un soporte adecuado al cuerpo, lo que puede resultar en mala postura y dolores musculares, especialmente en la columna vertebral.
La falta de comodidad puede provocar trastornos del sueño como el insomnio, y afectar negativamente a la salud mental y física.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población sufre de trastornos del sueño, y esta cifra puede incrementarse si se duerme en un colchón desgastado o de baja calidad.
El sueño de mala calidad puede causar fatiga diurna, reduciendo la productividad y el bienestar general.
¿Cada cuánto cambiar el colchón?
En definitiva, se recomienda cambiar el colchón cada 7 años o antes, si se detecta un desgaste significativo.
Girar y voltear el colchón regularmente, mantener una buena higiene y evitar saltar sobre él pueden ayudar a prolongar su duración.
