Un nuevo sistema de higiene para los trajes espaciales recuerda al traje de destilación de la serie cinematográfica Dune: la orina puede reciclarse en un 85% aproximadamente y volver a estar disponible para los astronautas como agua potable, según informa el equipo de desarrollo en la revista especializada Frontiers in Space Technologies.
En los trajes espaciales que utiliza actualmente la NASA, los astronautas llevan una especie de pañal para adultos para las heces y la orina, llamado "Prenda de Máxima Absorción", durante las muchas horas que suelen pasar al aire libre. En la Estación Espacial Internacional (EEI), sin embargo, la orina ya se recicla para convertirla en agua potable.
Trajes inspirados en Dune
En la serie de películas de ciencia ficción Dune, el agua es un recurso muy valioso. Por eso, los Fremen del desierto llevan un traje de destilación que permite reciclar los fluidos corporales, especialmente la orina y el sudor. Según un comunicado de la revista científica, esta fue la inspiración del grupo dirigido por Sofia Etlin y Christopher Mason, de la Universidad Cornell de Nueva York, para desarrollar el nuevo sistema de higiene del traje espacial.
En la actualidad, los astronautas de la NASA sólo disponen de algo menos de un litro de agua potable en sus trajes espaciales, explicaron. "Esto no es suficiente para los largos paseos espaciales previstos en la Luna, que pueden durar diez horas e incluso hasta 24 horas en caso de emergencia", explicó Etlin.
Una de esas emergencias podría ser que un vehículo lunar se averiara y los astronautas tuvieran que regresar a pie a la base lunar. El agua procedente de la orina reciclada evitaría el riesgo de deshidratación.
En el sistema, la orina se recoge en recipientes de silicona con una superficie respetuosa con la piel. Dos moldes diferentes tienen en cuenta las diferencias en la anatomía femenina y masculina. Un sensor de humedad activa una bomba de vacío que extrae rápidamente la orina del cuerpo. En una disposición de dos filtros, el agua se extrae primero de la orina en una solución salina concentrada por ósmosis. A continuación, en un proceso de ósmosis inversa, el agua de la solución salina pasa por un filtro y adquiere entonces la calidad de agua potable.