Con una extensa carrera marcada por su capacidad para conectar con el público y relatos que coronaron importantes momentos de la historia deportiva de Chile, Fernando Solabarrieta se convirtió un referente en el mundo de las comunicaciones, sin embargo, su trayectoria también ha sufrido las consecuencias de su "poca responsabilidad", como él mismo le llama.
En su última entrevista, concedida a su colega y amigo Pedro Carcuro en el programa Car-curo, Solabarrieta, de 54 años, abrió su corazón.
"Después de un tiempo difícil estoy muchísimo mejor, reconstruyéndome, reconstruyendo mi vida, volviendo a recuperar las cosas que son importantes", expresó.
Si bien el proceso no ha sido fácil, Fernando reconoció que enfrenta los efectos de una serie de decisiones que podría haber tomado de manera distinta. "No la pasé bien por poca responsabilidad. Bueno, las enfermedades... uno no puede responsabilizarse por enfermarse, pero hay ciertas decisiones que yo podría haber tomado de mejor manera, no lo hice y de esas sí me hago responsable", comentó.
"NO ME MORÍ DE CASUALIDAD"
En su testimonio, Solabarrieta confesó un doloroso episodio ocurrido medianamente reciente y que sorprendió a Carcuro.
"Uno como que se refugia en moldes, modelos, contextos, letras de canciones, poesías, que hace que te sientas identificado y había una canción que decía 'no me quiero morir, pero tampoco estoy tan interesado en vivir', se llama Feel de Robbie Williams. Me emociono porque eso es lo que sentía, no era que me quisiera morir, y esto no lo he contado nunca, pero tampoco estaba tan interesado en continuar", reveló.
En esta línea y tras un fallido intento de rehabilitarse en una clínica de México, contó que estuvo una semana perdido, reconociendo que "en esta última etapa de mi vida no me morí de casualidad".
"No sé cómo, ni por qué, pero hubo un momento en que te atrapa de tal manera esto, que fue tan agudo, tan fuerte, que yo estoy aquí por obra y gracia de Dios", sostuvo.
En su camino de luces y sombras, y pese a los quiebres que marcaron sus casi 30 años de relación, Fernando no ha estado solo, pues cuenta con el apoyo de Ivette Vergara, su esposa y madre de sus tres hijos.
"Mi mujer es una de las cosas importantísimas en mi vida. Ella ha sido muy apoyadora, me ha ayudado muchísimo y en esta última etapa ella también estuvo conmigo. Y no sólo merece de mí un agradecimiento, sino que además yo logré darme cuenta que no quería estar sin ella", expresó.