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"Era normal": Cristián de la Fuente explica la razón familiar por la que fue infiel

El actor chileno habló en profundidad sobre sus carencias de infancia y reveló situaciones que en su familia estaban normalizadas y que él repitió en su matrimonio.

24horas.cl

Martes 22 de abril de 2025

La bullada infidelidad de Cristián de la Fuente hacia su esposa, Angélica Castro, fue tema obligado en el año 2022, y pese a que ha pasado bastante tiempo, el actor se refirió nuevamente a lo ocurrido, pero esta vez lanzó una nueva teoría para justificar su actuar.

En el podcast "El Arte de Reinventarse", conducido por Juan Soler y Paulina Mercado, el intérprete nacional profundizó en las razones que lo llevaron a concretar el engaño a la madre de su hija, relacionándolo con carencias de infancia y situaciones que en su familia estaban normalizadas, como la disociación y bigamia de su padre.

"Los errores que cometemos son por carencias nuestras, que a veces las traemos desde la infancia, y estas carencias uno muchas veces las tapó con hojitas y vino un viento fuerte, se llevó las hojas y la carencia estaba ahí y la llenaste con cualquier cosa", expresó.

Luego, De la Fuente también mencionó que vivió en una familia en la que su padre "estaba disociado", misma desconexión a la que atribuyó su infidelidad a Castro.

"Mi papá nunca tuvo culpa y debería haber sentido culpa"

"No había culpa, mi papá era bígamo. Mi papá estaba con mi mamá el sábado y con mi tía el domingo y yo iba a comer con mi tía el domingo y con mi mamá el sábado; me iba de vacaciones en enero con mi papá, mi tía y mis hermanos y en febrero con mi mamá. Vivíamos cerca, yo me iba en bicicleta de una casa a la otra (...) Eso era normal. Mi papá nunca tuvo culpa y debería haber sentido culpa, porque le estaba haciendo daño a las dos mujeres", explicó el actor.

Sobre la misma, profundizó que "de repente uno comete una estupidez, dice: 'Le voy a dar un beso a esta persona, no va a ser tan terrible', y el daño es horrible, es horrendo. Y uno entiende, hoy en día... la disociación del cerebro es complicada, porque uno cuando logra integrarse, logra entender que nuestros actos tienen consecuencia, que pueden causar dolor, ahí está la culpa de tratar de no hacerlo, y por eso uno lo deja de hacer, porque hay repercusiones".

Finalmente, afirmó que "repitió la historia", pero que lleva años tratando de entender sus acciones y comportamiento: "Uno evoluciona y crece a través del dolor, cuando uno está bien y feliz no mejora".

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