Una de las afecciones más frecuentes en la época de invierno son los resfriados, los cuales pueden venir acompañados de diversos síntomas, como dolores de cabeza o garganta, fiebre, tos y secreciones nasales, conocidas también como mocos.
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Con respecto a los mocos, es común notar que, cuando estamos resfriados, estos varían en su color, pasando desde ser transparentes a adquirir tonos amarillentos o verdosos. Pero, ¿qué significa esto, especialmente en niños y niñas? Te contamos más a continuación.
En detalle: ¿por qué los mocos son transparentes, amarillos o verdes?
En conversación con 24horas.cl, la doctora Lupe Heredia, jefa de Urgencia Infantil de Clínica Alemana, explicó que las secreciones nasales de tonalidad transparente indican que el paciente "está pasando por un proceso normal de congestión nasal, que puede ser considerado como una alergia".
En el caso de que los tonos de la mucosidad vayan cambiando con el tiempo, la profesional enfatiza en que es importante poner atención a si el paciente empieza a experimentar otros síntomas relacionados con el estado de ánimo, el apetito o los síntomas respiratorios.
Heredia señala que en el caso de que los mocos se tornen de un color blanco espeso, entonces se trataría de "un cuadro catarral que está empezando a defenderse, y por eso toma una viscosidad más espesa".
"Si al paso de los días se torna un poco más amarillo, pero el niño sigue con buen estado en general, eso significa que las células que nos defienden, que se llaman leucocitos, están en contacto con las mucosas nasales haciendo una defensa del cuadro respiratorio que, altamente probable, sea viral", advirtió.
En el caso de que los mocos se vuelvan de color amarillo espeso-verdoso, pero estando acompañado de signos como fiebre alta, decaimiento, rechazo alimentario o tos persistente durante la noche, entonces podría ser "que el cuadro infeccioso se está comenzando a sobreinfectar y ahí sería motivo para consultar a su pediatra".
Mocos de color verde: una posible buena señal
Ver que el color de los mocos sea verde podría ser factor de preocupación para algunas personas, sobre todo en padres, cuando sus hijos están dentro del cuarto o quinto día de su resfriado.
Desde la Clínica Alemana, no obstante, indican que esto no debería ser signo de alarma. ¿La razón? Que el moco sea verde significa que las defensas del cuerpo están combatiendo el virus, lo que implica que el resfriado estaría por terminar.
La entidad de salud profundiza en que, en los mocos, flotan los leucocitos, los cuales nos ayudan a defendernos de los virus y, además, oxidan al moco provocando los cambios de coloración.
¿Debo tomar medicamentos para los mocos?
La Clínica Alemana señala que no siempre es necesario tomar antibióticos para enfrentar la congestión nasal.
En el caso de menores de 6 años, no se recomienda el uso de medicamentos como descongestionantes y antigripales; en tanto que, para los adultos, los antigripales pueden ayudar a la congestión y las mucosidades los primeros días, cuando estas están más líquidas y transparentes.
Asimismo, llaman a evitar los medicamentos que contengan pseudoefedrina en hipertensos y cardiópatas.
Cabe mencionar que, entre sus recomendaciones para combatir los mocos, se encuentran:
- Hidratar de forma abundante
- Si molestan, puedes realizar aseo nasal con suero fisiológico en spray y luego aspirar o sonar según necesidad.
"Se debe favorecer la eliminación de las secreciones nasales o mocos en todo proceso respiratorio infeccioso, ya sea viral o bacteriano. Estas muchas veces favorecen a que los niños, especialmente los lactantes, se alimenten con dificultad", añadió Heredia. "En la medida que uno va limpiando la secreción (...) estas pueden pasar de una tonalidad transparente, blanco espeso, amarillo y termine el cuadro infeccioso".
¿Cuándo acudir a un médico?
Según Heredia, es importante prestar atención al resfriado, sobre todo si es que los mocos, de color amarillo, están acompañados de otros síntomas que podrían hacer necesario acudir a un médico, especialmente niños.
Entre ellos, signos como "retracción intercostal —que se le vean las costillas—, que respiren muy rápido y que las alitas de la nariz empiecen a abrirse con cada respiración".
Además, agrega entre los síntomas que el paciente "tenga una fiebre persistente más allá de 3 o 4 días y que tenga rechazo alimentario importante es decir, que coma menos del 50% de lo que habitualmente coma, o que se encuentre decaído o que juegue poco (en el caso de los niños)".