Gran parte de las quemaduras que se sufren se pueden tratar en casa y suelen sanar en un par de semanas. Sin embargo, las quemaduras graves deben ser evaluadas y tratadas de forma distinta. Además, hay quemaduras que pueden requerir especialización.
Los tratamientos buscan controlar el dolor, eliminar el tejido muerto, prevenir infección, reducir eventuales cicatrices y recuperar el funcionamiento del área afectada.
Para quemaduras menores, se suelen recomendar aplicar lociones, ungüentos y vendas, y se aconseja enfriar la quemadura, quitarse anillos u objetos apretados, no romper las ampollas y tomar analgésico.
¿Cómo se trata una quemadura grave?
Según Mayo Clinic, tras recibir primeros auxilios y evaluar la zona afectada, los principales tratamientos ante quemaduras graves son los siguientes:
- Tratamientos basados en agua
- Líquidos para prevenir deshidratación
- Medicamentos para dolor y ansiedad
- Ungüentos y cremas para quemaduras
- Apósitos
- Medicamentos que combaten la infección
- Vacuna contra el tétanos
Terapia ocupacional, fisioterapia o cirugía
Sin embargo, si la quemadura abarca gran extensión de piel —especialmente si comprende alguna articulación—, se puede necesitar ejercicios de fisioterapia.
Estos ayudan a estirar la piel para que las articulaciones permanezcan flexibles. La terapia ocupacional puede resultar de ayuda si la persona afectada tiene dificultades para sus actividades diarias.
En tanto, es posible que se necesite cirugía o alguno de los siguientes procedimientos en casos graves:
- Asistencia respiratoria
- Sonda de alimentación
- Facilitar circulación sanguínea alrededor de la herida
- Injertos de piel
- Cirugía plástica