La creciente preocupación que existe por la crisis medioambiental ha llevado a que empresas de diversos rubros tomen conciencia de la necesidad de reducir su huella de carbono; empresas que han asumido un “compromiso verde” tomando un camino hacia la sostenibilidad que también han adoptado compañías del mundo de la logística, donde el principal desafío es trabajar ya en mitigar el impacto ambiental de la última milla.
Y es que el escenario es complejo: De acuerdo a un estudio realizado en mayo pasado por Clean Mobility Collective y Stand Earth Research Group, si se mantiene el actual ritmo de compras en el comercio electrónico, para 2030 esta industria podría llegar a generar al año un nivel de CO2 equivalente al que emiten 44 centrales de carbón.
Por todo esto, las empresas que habitan en el e-commerce están llamadas a seguir el camino de la “logística verde”, adoptando nuevas estrategías que reduzcan la huella de carbono en sus operaciones logísticas, sobre todo en la distribución. Así lo entienden desde DispatchTrack, empresa líder en software de última milla que, de cara a una nueva versión del Black Friday, ha identificado cuatro puntos clave que las marcas participantes pueden aplicar para mitigar el impacto ambiental que podría provocar este mega evento del comercio electrónico y todos los que vengan a futuro:
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Tecnología para optimizar la logística: Existen herramientas digitales que permiten planificar las rutas de entrega, haciendo más eficientes los procesos, posibilitando que los despachos se realicen en menor tiempo, evitando el gasto innecesario de combustible y, por lo tanto, su efecto contaminante.
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Monitoreo de CO2: Gracias a la Inteligencia Artificial se puede hacer un seguimiento a las emisiones de carbono que permita comprender mejor la producción de carbono por ruta, por parada y por vehículo, permitiendo una recopilación de datos que ayuden a generar rutas más eficientes, con menos kilómetros recorridos y menor combustible utilizado.
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Logística inversa eficiente: Aplicar de manera efectiva la logística inversa, proceso que permite el retorno de un producto desde el cliente final al origen del envío, puede ser clave para darle un segundo uso a diversos materiales y con ello hacer un mejor uso de los recursos disponibles.
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Electromovilidad: De acuerdo a cifras entregadas por la Asociación Nacional Automotriz de Chile, sólo durante el primer trimestre de este año las ventas de vehículos eléctricos crecieron un 17%. Y es que la electromovilidad se está abriendo camino como alternativa para los conductores comunes y las flotas de vehículos de trabajo de industrias como la logística, donde permite reducir la huella de carbono de sus procesos y, al mismo tiempo, brindar beneficios económicos dado que es más eficiente y más barata a mediano plazo, incluso desde el punto de vista de la mantención de los vehículos.